Un goteo de famosos empieza a dejar el Twitter de Elon Musk

Los últimos meses han sido extraños para Twitter. La red social fue adquirida por Elon Musk y desde entonces los escándalos no parecen haber desaparecido, sino estarse multiplicando. Desde la readmisión a la plataforma de figuras controversiales como Donald Trump o Kanye West, el discutido nuevo sistema de verificación por pago o la imagen pública del magnate fundador de Tesla.

Si bien sigue siendo una de las principales redes sociales del mundo el espacio está perdiendo uno de sus grandes puntos de interés: Los famosos empiezan, aún muy lento, a abandonar la plataforma. Whoopi Goldberg, Sara Bareilles, Trent Reznor y más recientemente Jack White son algunos de los nombres más famosos que han decidido abandonar la plataforma de microblogging.

Es cierto que la lista es, aún, pequeña, pero cada vez que uno de estos personajes deja el espacio la plataforma pierde algo de valor. Uno de los puntos fuertes de la plataforma es la cercanía que los usuarios pueden tener con figuras importantes. En teoría, y gracias al sistema de verificación, los usuarios están en situación de escribir directamente y acercarse a figuras importantes. Sin salir de España, Iker Casillas acaba de usar la plataforma el día de ayer para hablar de la operación de su exesposa, si este punto la plataforma pierde uno de sus grandes atractivos.

LOS ESCÁNDALOS DE TWITTER

La salida de los famosos de la red social no ha sido su único problema reciente. Hace unos días en el propio Twitter se hizo Trending Topic el tema ‘Twitter is down’ haciendo referencia al abandono y despidos de ingenieros de la empresa. Tras reportes de que estaba funcionando por debajo de su ritmo habitual y de preocupación por la salida de quienes mantenían la red en pie había sido despedidos sin demasiados miramientos.

Además, se ha notado la salida de los anunciantes de la plataforma, donde el principal ha resultado ser StarLink, la empresa de internet satelital del propio Musk. Lo cierto es que visto lo visto no es demasiado raro, se puede criticar la decisión, pero así como los anunciantes dejaron de lado a Kanye West no parecen demasiado cómodos funcionando en una plataforma con aún menos filtros de los que esta red social tenía anteriormente.

NO ES EL APOCALIPSIS

A pesar de todo tampoco es como si Twitter estuviese desapareciendo y, si se le cree al propio Elon Musk, de hecho tiene un tráfico mayor al usual impulsado por la copa del mundo. Tampoco es como si no hubiese casos anteriores donde la red social supero algunas controversias importantes sin demasiados problemas, con casos como la ballena que aparecía en la red cada vez que estaba demasiado cargada. 

Pero el problema es que el lastre esta vez puede ser el propio Musk. Más allá de su capacidad para adaptarse su imagen se ha manchado bastante en las últimas semanas, y su apoyo a Trump y a West no ha ayudado demasiado. Lo cierto es que su dirección de la compañía ha sido bastante personalista estas semanas, por lo que no es raro que se igualen sus problemas a los de la propia red. 

De una forma o de otra es probable que la plataforma deba limpiar su imagen en las próximas semanas. Es un problema de imagen más que de funcionalidad y será necesario que lo afronten, como ya lo hicieron cuando se llenó de trolls que defendían los extremos políticos, o cuando se usó para organizar concentraciones neo nazis durante las elecciones de 2016.

Ver el futuro de Twitter será interesante. Lo cierto es que alternativas que se han presentado en los últimos días, como Hive o Mastodon, no han funcionado demasiado bien por lo que seguramente tendrá tiempo de renovar su imagen antes de que los usuarios decidan mudarse a otro sitio.