Francisco Marín y Rafael Mozo se han convertido en los dos grandes protagonistas de la semana. Y es que, tras la dimisión de Carlos Lesmes como presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, ahora la gran «batalla judicial» se encuentra entre Marín y Mozo. Una batalla que podría acabar provocando una división histórica en la presidencia de ambos órganos judiciales.
Hace apenas unos días, el pasado 9 de octubre, el magistrado Carlos Lesmes llevaba a cabo su «amenaza», y dimitía oficialmente de sus cargos al frente del CGPJ, así como del Tribunal Supremo. Una decisión que el magistrado tomaba después de la aparente incapacidad de los principales partidos políticos de la nación para llegar a un acuerdo de renovación del órgano judicial desde 2018.
Dimisión de Carlos Lesmes que no sólo ha provocado una gran vorágine política, llevando a PP y PSOE a buscar «a la desesperada» un acuerdo de renovación del CGPJ, sino también un gran revuelo judicial. Y es que la salida de Lesmes parece haber provocado una división clara entre la presidencia del Supremo y del CGPJ. Separación en la que Francisco Marín y Rafael Mozo se han convertido en los claros protagonistas de la actualidad judicial.
RAFAEL MOZO SE POSICIONA COMO NUEVO PRESIDENTE DEL CGPJ
Si bien Carlos Lesmes ostentaba el cargo de presidente tanto del Tribunal Supremo como del CGPJ, parece que este doble cargo judicial tiene «las horas contadas». Al menos, hasta la ansiada renovación del Consejo por parte de los partidos políticos.
Y es que Rafael Mozo, apoyado por gran parte de los actuales vocales en funciones del Consejo General del Poder Judicial, ha sido este jueves ascendido, y nombrado como nuevo presidente del órgano judicial tras la salida de Carlos Lesmes. Un cargo que ha «recibido» debido a ser el vocal con más antigüedad, y para el que ha recibido el apoyo de algunos vocales conservadores, a pesar de su perfil más progresista.
Un nombramiento de Rafael Mozo que, sin embargo, provoca una situación insólita dentro de la Justicia. Y es que, a pesar de que la tradición judicial, así como la legislación vigente, marca que el presidente del CGPJ ostente también la presidencia del Tribunal Supremo, no será el caso de Mozo. Al menos, no de momento.
Así pues, tras la salida de Carlos Lesmes, es el vicepresidente de Alto Tribunal, Francisco Marín, quien ostentará el cargo de presidente del Supremo. Algo que responde tanto a la tradición, como a la lógica de que el vicepresidente sea el «sustituto natural» de su antecesor en el cargo.
DIVISIÓN EN JUSTICIA TRAS LA SALIDA DE CARLOS LESMES
Situación insólita que, sin duda, ha dividido actualmente a ambos órganos judiciales, dirigidos ahora por un sistema bicéfalo, cuyas consecuencias inmediatas aún están por descubrir. División de la presidencia que no ha pasado desapercibida, y que podría provocar fuertes enfrentamientos entre el Supremo y el CGPJ.
Así pues, parece que no todos los integrantes de ambos órganos parecen estar satisfechos con la actual situación de doble liderazgo. Y es que muchos son los que aún defienden la vía «constitucional» marcada por Carlos Lesmes; es decir, la de un sólo presidente para ambos órganos judiciales.
Algo que hace que dentro de los vocales del CGPJ, no todos parezcan estar de acuerdo con el nombramiento de Rafael Mozo como nuevo presidente. Un enfado que también podría traducirse dentro del Tribunal Supremo, que será liderado inicialmente por el suceso natural de Lesmes a nivel judicial. Situación que, sin duda, no sólo provoca fuertes tensiones entre ambos órganos judiciales, sino que coloca a Mozo y a Marín en una situación de lucha abierta. Un conflicto que determinará el futuro de la Justicia, así como de la presidencia, unida o no, del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Al menos, hasta que Pedro Sánchez y Alberto Núñez-Feijóo consigan aparcar sus diferencias.
