Kanye West: cuando tu rapero favorito pierde la cabeza

Kanye West es una leyenda del rap. Eso es difícil de discutir cuando firma discos de la talla de ‘808’s and Heartbreaks’, ‘Yeezus’ o ‘My beautifull dark twisted fantasy’ además de haber trabajado como productor para Jay-Z, Drake o Pusha-T. Pero hay otra verdad difícil de discutir ante sus declaraciones recientes y sus apariciones en público, Kanye West es un imbécil.

Aquí hay que tener cuidado. Es conocido que West sufre de una enfermedad mental, en su caso un trastorno de bipolaridad, pero eso no justifica comentarios como ‘la esclavitud fue una decisión’, ‘voy a poner a los judíos en DEFCON 3’, asegurar que su exesposa ha secuestrado a sus hijos o defender públicamente las posiciones más inexplicables de figuras como Donald Trump. 

Lo cierto es que desde hace mucho tiempo, y desde al menos hace un par de lanzamientos, la conversación alrededor de West gira más alrededor del circo en que se ha convertido su vida que de la música. Es incluso complicado volver a canciones clásicas como ‘Power’, ‘Stronger’ o ‘Gold Digger’ sin pensar en todo lo que ha venido después. Cuando incluso hay quienes lo señalan como fascista, algo difícil de creer con lo mucho que cambian a diario las posiciones del intérprete, no es fácil disfrutar de sus canciones.

CUANDO EL ARTISTA DAÑA SU MÚSICA

Es verdad que Kanye no es el único artista cuyas declaraciones públicas hacen más complicado repasar su música. Incluso artistas legendarios del rock como Morrisey, vocalista de The Smiths quien ha descrito a los asiáticos como una «subespecie» o Roger Waters de Pink Floyd que ha defendido los regímenes dictatoriales de Venezuela y Rusia, siguen llenando estadios sin sudar demasiado. 

Incluso en 2020 Van Morrison, Eric Clapton y Miguel Bosé parecen haber salido indemnes de defender posiciones antivacunas. Siendo esto así, es llamativo que a West parece castigársele distinto, con varias marcas de ropa y varios de los patrocinadores de sus conciertos marcando distancia con él en los últimos días.

Pero parte del problema es que parece que West quiere llamar la atención a su caótica personalidad. Sus redes sociales, sus presentaciones en público y hasta sus canciones recientes. Es difícil quitarse de la cabeza las excentricidades de un músico cuando aparece en un video con la cabeza falsa del actual novio de la madre de sus hijos. Pero es que es un punto que se ha repetido a lo largo de su carrera una y otra vez. 

COMO ESCUCHAR A KANYE WEST

Pero más allá de lo que se reclame de West, sigue siendo importante para entender la evolución de su género. Discos como ‘College Dropout’ o ‘Graduation’ ayudaron a terminar de empujar al hip hop al mainstream. A eso hay que sumarle que ha sido directamente de responsable de descubrir nombres como Lupe Fiasco, Kendrick Lamar o Nicki Minaj y aunque no todos han sido capaces de mantener el éxito en el tiempo, no se debe borrar ninguno. 

Por tanto, guste o no, hay que buscar formas de reconciliar el caós de la vida de Kanye con su carrera. Es verdad que, al igual que el caso de Roger Waters, el punto a favor es que buena parte de las canciones de West repasan lo imbécil que puede llegar a ser. Es probablemente la tesis central de ‘Runaway’, quizás su mejor canción y la que da forma a su mejor disco: ‘My beautifull dark twisted fantasy’ de 2011.

Pero aun así es más que comprensible si alguien decide que no puede escuchar al intérprete de Monster. Es complicado pedirle a un asiático que ignore los comentarios de Morrisey o a un venezolano que ignore las posiciones políticas que Waters vive defendiendo. Cada día West se acerca más a estas posiciones, y aunque aún es difícil hacerlo pronto, no sería tan disparatado tratarlo de fascista. 

OPCIONES

Afortunadamente, si ya no se puede pasar tragar a Kanye hay otros artistas del género que pueden llenar ese agujero en la playlist. Por un lado, los artistas que él ha elevado, como Kid Cudi, Pusha-T o el propio Kendrick Lamar tienen una clara influencia de su colaboración, y en el caso de Kendrick además un mejor flow y unas ideas líricas que se acercan más a la poesía pura que al rap. 

Pero incluso hay una generación de artistas cuya producción está claramente influenciada por el trabajo de West en su juventud. Aquí vale la pena señalar a dos mujeres: Little Simz y su arrollador ‘Sometimes I Might Be Introvert’ y a la británica Letf At London con su experimental ‘t.i.a.p.y.h.’. Además, en un género con tantos problemas de misoginia, ver que se han elevado voces femeninas aún tomando el sonido de figuras como Kanye.