La importancia de los seguros para animales de compañía

Adoptar un animal de compañía se ha convertido en una tendencia. No es extraño si tenemos en cuenta el gran papel que juegan en una sociedad como la actual. La presencia de una mascota en los hogares llena un espacio psicoemocional importante y, según la literatura científica disponible, existen suficientes indicios para pensar que tiene un impacto directo sobre la salud de los seres humanos.

Por ejemplo, un estudio elaborado por la Universidad de Michigan (EEUU) entrevistó a más de 2.000 personas. La base muestral reunió a un grupo demográfico ubicado entre los 50 y 80 años de edad. El objetivo fue determinar hasta qué punto influía en sus vidas la presencia de una mascota.

Del total, un 55% afirmaba tener mascota. La mayoría contaba con perros o gatos y, en menor medida, otros animales como hamsters, peces o pájaros. Los resultados fueron concluyentes. Aquellos participantes que poseían una mascota (con independencia de la especie a la que ésta perteneciese) habían desarrollado una actitud más vital y afirmaban contar con un mejor estado de salud tanto a nivel físico como emocional. Éstos, a diferencia de lo que ocurría con los que no tenían ninguna mascota de compañía, aseguraron ser conscientes del efecto saludable que generaba el hecho de compartir sus vidas con un animal.

A pesar de que es innegable que la presencia de un animal de compañía en el hogar va asociada a una gran cantidad de beneficios, no podemos obviar que el hecho de adoptar a un animal también conlleva ciertas responsabilidades y, en determinadas ocasiones, también ciertos sacrificios. Desde el momento en que un perro o un gato pasa a estar bajo nuestro cuidado, su seguridad, su salud y su bienestar pasan a depender de nosotros. A lo largo de su vida, pueden verse expuestos a una gran variedad de riesgos y peligros potenciales. Esto no sólo implica una situación de cierta vulnerabilidad para ellos, sino también para todos aquellos seres humanos que conviven habitualmente con ellos. Su cercanía puede traducirse en un incremento de riesgos para la salud o la seguridad de aquellas personas que se encuentran en su entorno directo, especialmente si se trata de personas especialmente vulnerables como niños o ancianos.

El cambio de paradigma que hemos atravesado posiciona a las mascotas como seres que, además de proporcionar amor incondicional, fidelidad o compañía, también demandan necesidades específicas. Además, también existe una mayor conciencia sobre aquellos factores que de un modo relativo también determinan su grado de bienestar y, por qué no, su felicidad. La calidad de la dieta, las situaciones a las que se ven expuestos desde el punto de vista emocional o las posibles dolencias (graves o leves) que se producen de forma natural en su desarrollo constituyen elementos clave y cada vez más reconocidos dentro de las familias.

Dicho compromiso se ha hecho más sólido pero esto, inevitablemente, ha ido asociado a un mayor gasto, sobre todo dentro del ámbito sanitario. El estado de salud de una mascota se posiciona como una de esas partidas insustituibles dentro de cualquier presupuesto familiar. Acudir al veterinario pasa a convertirse en un ritual imprescindible y puede ir propiciado por diferentes incidencias. Desde infecciones, hasta invasiones parasitarias o supervisión de vacunas. Existe una amplia variedad de razones por las que la cobertura integral de un equipo veterinario constituye algo esencial.

Para llevar un control más riguroso sobre el estado de salud de las mascotas y optimizar los gastos asociados al ámbito veterinario, cada vez son más las familias que optan por formalizar la contratación de una póliza de seguros. Los Seguros Adeslas Mascotas son quizá el ejemplo más representativo de este tipo de productos. Su éxito radica en la oferta de cobertura integral sanitaria dentro de las propias Clínicas Adeslas Mascotas y sin que ello vaya vinculado a la superación de cuestionarios previos u otro tipo de restricciones en función del precio, el estado de salud del animal, su raza o su edad.

Estos seguros no sólo implican el acceso a garantías en materia de asistencia veterinaria mediante franquicias Adeslas. También a partir de coberturas en responsabilidad civil. No sólo garantizan la seguridad de nuestros animales de compañía, sino que también ofrecen un marco de protección ante potenciales daños que éstos pudiesen generar de forma directa o indirecta. Esto se extiende también a otros conceptos adicionales como la pérdida, el robo o el fallecimiento de éstos.

Adeslas Mascotas está disponible en dos gamas. La Modalidad Básica integra coberturas en responsabilidad civil, robo o fallecimiento mientras que la Modalidad Completa también proporciona Asistencia Veterinaria. En definitiva, sus asegurados pueden disfrutar de forma instantánea a servicios gratuitos como la vacunación obligatoria, las consultas o revisiones requeridas o los servicios de urgencias 24 horas al día.

Algunas de sus principales ventajas son las mejores y múltiples garantías de protección, un ahorro económico a largo plazo o el acceso a asistencia adaptada en situaciones de urgencia.