El 22 de septiembre es el día en que recordamos a los Beatos Carlos Navarro y Dionisio Pamplona

Fue en el año 1936, en los inicios de la Guerra Civil Española que 26 pensionistas que pertenecían a seis congregaciones religiosas fueron apresados por causa de una batida para ser apresados y fueron martirizados, entre los que se encontraba Carlos Navarro y fueron martirizados por causa de su pertenencia a la iglesia católica.

Beato Carlos Navarro

Beato Carlos Navarro

No le habían hecho mal a nadie, al contrario, sólo realizaban a labor de Cristo, pero en el año 1936 se persiguió a muchos sacerdotes, curas y monjes por considerarlos enemigos de la causa de las fuerzas contrarias a movimiento sedicioso que se estaba gestando en España. En la localidad de Navarra, son especialmente recordados en este día a los 26 pensionistas mártires apresados y asesinados. De acuerdo con los registros que se han guardado, las seis congregaciones religiosas que sufrieron de esta persecución fueron la Congregación de la Pasión de Jesucristo, la Orden de San Juan de Dios, los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, la Orden de Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, los Hermanos de las Escuelas Cristianas y la Orden de la Visitación de Santa María. Entre ellos se encontraba el Beato Carlos Navarro, quien fue un presbítero perteneciente a la Orden de los Clérigos Regulares de las Escuelas Pías, en Monserrat (Valencia) en la que fue apresado, y asesinado como mártir, cuyo único crimen era ser sacerdote. La beatificación de 16 mártires, compuestos por 13 hombres y 3 mujeres, entre los que se encontraba el Beato Carlos Navarro, se llevó a cabo en el año 2007 por el Papa Benedicto XVI y a la ceremonia en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, asistió una delegación de doscientos navarros.

Por lo que respecta al Beato Dionisio Pamplona, su beatificación fue realizada por el Papa Juan Pablo II, el 1 de octubre del año 1995, quien era un sacerdote escolapio, y del cual el papa que lo beatificó dijo que, junto con el resto de los mártires, había sido un “héroe de una guerra humana, así como un “educador de la juventud”. Todos estos mártires murieron básicamente por profesar una profunda fe en Cristo y en su Santísima Madre, la Virgen María, cuyo ejemplo era seguido por ellos en las múltiples labores que desempeñaban en sus respectivas congregaciones religiosas.

No obstante la importancia que tienen los Beatos Carlos Navarro y Dionisio Pamplona, así como sus compañeros martirizados por causa de la Guerra Civil española, y lo que su muerte representó para la comunidad cristiana, el Santoral Católico que corresponde al día 22 de septiembre no está completo sin incluir los nombres de otros santos y beatos que también fueron un ejemplo de virtudes y de sacrificios para sus hermanos, cuya lista es muy larga, entre los que se encuentran Santa Basila de Roma, San Emeramo de Ratisbona, Santa Emérita de Roma, San Florencio, San Ignacio de Sandone, Santa Iraides vírgen y mártir, San Lautón de Coutances, Santa Salaberga, Santino obispo, San Silvano de Levroux, Beato Aurelio Ample Alcaide, Beato David Carlos de Vergara, Beato Enrique Canadell, Beato Faustino Oteiza, Beato Florentín Felipe, Beato Francisco Carceller, Beato Germán Gozalvo Andreu, Beato Ignacio Casanovas, Beato José Ferrer, Beato José Marchandon, Beato Juan Agramunt, Beato Manuel Segura, Beata María de la Purificación Vidal Pastor, Beato Matías Cardona, Beato Otón de Morimond y Beato Vicente Sicluna Hernández.