El día de hoy, 04 de septiembre es el día en que recordamos a San Moisés

Toda su vida está recogida en el libro del Éxodo del Viejo Testamento, primero fue príncipe de Egipto, pero cuando fueron conocidos sus antecedentes judíos, fue desterrado al desierto, en el que encontró cobijo y esposa en la tienda de Jhetro, casándose con su hija mayor Séfora, de la cual tuvo un sólo hijo, Gerson, convirtiéndose en un simple pastor, pero Dios le tenía encomendada una tarea mucho mayor, ser el liberador de los israelitas esclavos del faraón.

San Moisés

San Moisés

Reconocido como un gran profeta y liberador del pueblo judío de la esclavitud en Egipto, la historia de San Moisés es probablemente una de las más conocidas y más narradas del viejo testamento, en cuyo segundo libro, que es el libro del Éxodo, se cuenta que un faraón ordenó el asesinato de todos los varones hebreos que habían nacido en una época determinada, pero un matrimonio judío, de la tribu de Leví logró huir de las persecuciones de los soldados egipcios, quienes ingresaban en las casas hebreas y mataban a todos los niños sin ninguna contemplación. Este matrimonio logró esconder a su recién nacido, lo metió en una cesta para que flotara en las aguas del Nilo.

Esta cesta fue encontrada por la hija del faraón, y decidió criarlo como hijo suyo, poniéndole el nombre de Moisés, que literalmente quiere decir “salvado de las aguas”, de modo que se convirtió en príncipe de Egipto. De acuerdo con las cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadística español, hay alrededor de 22.800 caballeros que han sido bautizados con el nombre de Moisés, de manera que si conoces a alguno, que no se te vaya a olvidar felicitarlo por su onomástico.

Cuando San Moisés creció, haciendo un recorrido por las obras que estaban realizando los esclavos hebreos trató de impedir que un trabajador israelita fuera azotado, probablemente se trataba de Josué, hijo de Num. Este fue el inicio del descubrimiento de sus orígenes hebreos, lo que junto con su intercesión en favor del obrero hebreo hizo que tuviera que fugarse de la tierra en la que había nacido y crecido, para huir de la ira del faraón.

Por siete años, San Moisés permaneció alejado de Egipto, llegando a tener una vida como pastor y una familia, pero al cabo de ese tiempo pudo experimentar acontecimientos que lo afianzaron en la fe judía, pues al cuidar de unas ovejas, pudo observar como una zarza se cubría de fuego sin quemarse y una voz le dijo «Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. He oído las lamentaciones de mi pueblo de Israel y he dispuesto bajar a ayudarlos. He dispuesto liberarlos de la esclavitud de Egipto». Luego de este llamado, Moisés partió de vuelta a Egipto sólo con su cayado, presentándose ante el faraón del momento para pedirle que liberara al pueblo israelita por orden de Yahvé.

Esto hizo que el faraón se molestara y castigara al pueblo judío imponiéndoles trabajos con mayor dureza, lo que fue respondido por Dios, enviándoles las conocidas diez plagas de Egipto, hasta que el faraón, luego del fallecimiento de todos los primogénitos egipcios los dejara partir, y luego de muchos pesares, riesgos y sacrificios, el pueblo elegido llegó al monte Sinaí, en donde Dios le dio a Moisés las tablas de la Ley, que fueron guardadas luego en la conocida Arca de la Alianza, continuando después camino por tierras desérticas hasta llegar a Canaán, la tierra prometida.

Aunque San Moisés es lo suficientemente importante para el Santoral Católico, el 04 de septiembre también se recuerda a otros santos y beatos, entre los que podemos mencionar a San Bonifacio I papa, San Caletrico de Chartres, San Fredaldo de Mende, Santa Ida de Herzfeld, Santa Irmgarda de Süchteln, San Marcelo de Chalons-sur-Saone, Santa Rosalía de Palermo, Beato Bernardo Leda Grau, Beata Catalina Mattei, Beato Escipión Jerónimo Brigéat de Lambert, Beato Francisco Sendra Ivars, Beato José Pascual Carda Saporta y Beata María de Santa Cecilia Romana Bellanger.