Las personas que sufren de migrañas en muchos ambientes son las grandes incomprendidas. Padecen un dolor de cabeza a veces tan invalidante, y que se acompaña de otros síntomas, que esta patología impide muchas veces gozar de una buena calidad de vida al paciente, pero es que tampoco les permite trabajar, o incluso tener vida social. Tratar a tiempo esta enfermedad neurológica y mantenerla controlada es fundamental para estos pacientes.
De ahí que, según insisten desde la Unidad de Cefaleas de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid es importante que esta patología sea revisada y controlada por un grupo de especialistas en la materia, como son las unidades de cefaleas hospitalarias.
En concreto, el coordinador de la Unidad de Cefaleas de la Fundación Jiménez Díaz y responsable del blog CefaBlog, el doctor Jaime Rodríguez Vico explica que las migrañas crónicas tienen lugar cuando a la persona le duele la cabeza más de 15 días al mes.
Sobre todo, en el caso de la migraña crónica, el especialista mantiene que es una afección que puede afectar a todos los ámbitos de la vida del paciente, no solo en el plano económico, sino también en la esfera social, laboral, psicológica y personal.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la prevalencia de la migraña crónica oscila entre el 0,5 y el 2,4%. Se observa más en mujeres, en edades medias de la vida, y con ingresos económicos modestos. Además, se calcula que entre el 2 y 7% de los pacientes con migraña episódica evoluciona anualmente hacia una forma crónica.
Así, el neurólogo insiste en la importancia de que cada caso sea estudiado por expertos de una unidad de cefaleas para lograr el diagnóstico correcto que facilite ese tratamiento adecuado para cada paciente.
Aquí explica que el tratamiento de las migrañas depende de su frecuencia: “Las esporádicas, con menos de 4 crisis al mes, en general se abordan con tratamientos sintomáticos, basados principalmente en antiinflamatorios, o en fármacos específicos como los triptanes; mientras, las migrañas más frecuentes (más de 4 días de dolor de cabeza al mes) asocian tratamiento preventivo. En el caso de la Migraña crónica, los tratamientos preventivos incluyen no solo fármacos orales, sino otros muy eficaces, o como la toxina botulínica, o los anticuerpos monoclonales. El abordaje en unidades especializadas favorece un correcto diagnóstico, que lleva a un tratamiento correcto”.
Eso sí, para todos los casos el neurólogo de la Fundación Jiménez Díaz ve importante que el paciente asuma y se comprometa con un seguimiento adecuado de los tratamientos, incluyendo un registro adecuado de sus migrañas, a través de un calendario de cefaleas.
Dice que el tratamiento engloba tres pilares que generalmente deben plantearse de una manera combinada: manejo de los factores que favorecen el paso a la migraña crónica, el tratamiento sintomático, y el tratamiento preventivo
Factores que favorecen la migraña
El doctor Rodríguez Vico ve imprescindible, y con la ayuda de la atención primaria, el trabajo de aquellos factores modificables que favorecen la aparición de migrañas, como el control de peso, los trastornos de sueño, las comorbilidades psiquiátricas y psicológicas, así como el posible uso excesivo de medicación sintomática.
Sobre el tratamiento sintomático, apunta este especialista de la Fundación Jiménez Díaz a los antiinflamatorios, al paracetamol y, de forma más específica, pero fundamental, los triptanes.
Por otro lado, en cuanto a los tratamientos preventivos clásicos, el neurólogo enumera que clásicamente se emplean el topiramato, el propanolol, la amitriptilina, la flunarizina y otras moléculas que han pasado por ensayos clínicos, y que cuentan con una validez contrastada. “El problema es que no se toleran bien y son pocos los pacientes que mantienen la mediación a medio-largo plazo”, apostilla.
La toxina botulínica y los bloqueos anestésicos
Posteriormente, destaca el amplio empleo de la toxina botulínica en este campo, donde la Unidad de Cefaleas de la Fundación Jiménez Díaz dice que es experta y cuenta con una amplia experiencia. Se trata, según ensalza, de un tratamiento indicado para la migraña crónica, más de 15 días al mes dolor de cabeza, y que goza de una eficacia en apenas 3 sesiones de hasta el 70%. “Es muy eficaz y nosotros diagnosticamos al paciente y le tratamos y pinchamos en el momento y no tiene que esperar ninguna cita”, valora el doctor Rodríguez.
Por otro lado, habla de los bloqueos anestésicos, unos procedimientos que pueden emplearse sobre cualquier nervio sensitivo accesible del cráneo, aunque en el caso de la migraña se infiltran los nervios occipitales. Entre otras indicaciones, su uso está extendido en el caso del estatus migrañoso, esto es más de 3 días de dolor cabeza seguidos y en condiciones lamentables, relata este doctor.
También subraya que estarían indicados en embarazadas que no se puedan pinchar toxina botulínica, y en otro tipo de condiciones como las neuralgias occipitales. “Su efecto es rápido y podría emplearse como terapia de transición hasta que los fármacos preventivos hagan su efecto”, aclara este neurólogo.
Lo más novedoso: los anticuerpos monoclonales
En última instancia, el coordinador de la Unidad de Cefaleas de la Fundación Jiménez Díaz, el doctor Jaime Rodríguez Vico, ensalza el tratamiento más innovador en este campo, puesto en marcha desde apenas un par de años, los anticuerpos monoclonales: “Han supuesto un gran cambio y una revolución en cuanto a la eficacia. Primero hay que ser bien diagnosticados y después haber pasado por tres tratamientos preventivos previos que no hayan funcionado. En el caso de migraña crónica, uno de los preventivos es la toxina botulínica y que no haya sido eficaz”.
Una de sus grandes ventajas es su tolerabilidad, según ensalza, y los pacientes no notan efectos adversos. Son tratamientos subcutáneos, que se emplean una vez al mes, y que además se validan cada tres meses para ver si funcionan.
