Las berenjenas son saludables, nutritivas, versátiles y deliciosas; y cuando se presentan empanadas, se convierten en la hortaliza favorita de grandes y pequeños. Con algunos trucos muy sencillos, puedes hacerlas bien crujientes y sabrosas; tanto, que esta se convertirá en tu forma favorita de disfrutarlas.
Si en tu familia hay alguno que no se alegra mucho al comer verduras, ya verás como le cambia la cara al ver y saborear este plato.
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Ingredientes que necesitarás para unas berenjenas empanadas bien crujientes
Una de las mayores bondades de las berenjenas empanadas es que se trata de un plato fácil de hacer, rico y también muy económico. Con ingredientes que normalmente tienes en casa o que puedes conseguir en cualquier mercado, puedes hacer una verdadera delicia.
Los ingredientes que necesitarás para preparar esta delicia bien crujiente son: 2 berenjenas grandes, 1 cerveza, harina de trigo, pan rallado, 2 huevos, sal y aceite.
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Comienza con la limpieza de las berenjenas
Para comenzar, lava muy bien las berenjenas y sécalas. Estas se prepararán con su piel; así que no te preocupes en pelarlas.
Una vez que las tengas lavadas, córtalas en rebanadas que no sean muy gruesas ni muy finas, ya que de ser muy gruesas, quedarán blandas en el centro. Si cuentas con una mandolina no dudes en utilizarla.
Si compras una buena cantidad de berenjenas, no desaproveches la oportunidad de prepararlas en escabeche y podrás disfrutarlas cuando quieras.
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La importancia del remojo para un resultado crujiente y divino
Una vez que las tengas rebanadas, ponlas en un bol y vierte la cerveza sobre ellas. La cerveza cumplirá dos funciones: por una parte, va a contribuir para eliminar el sabor amargo que es tan característico de las berenjenas, y, por otro lado, ayudará a que no chupen tanto aceite al momento de freírlas.
Déjalas sumergidas por al menos 30 minutos para que eliminen todo su gusto amargo y al finalizar, escúrrelas muy bien. De ser posible pásalas por papel absorbente y presiónalas un poco para eliminar el exceso de humedad.
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Como rebozar las berenjenas
Cuando las tengas listas y bien escurridas, resérvalas y bate los 2 huevos en un recipiente. Pon en otro plato la harina de trigo y en otro el pan rallado. El pan rallado será el responsable de dar un toque crujiente que te encantará.
Pasa cada una de las rebanadas por la harina y luego sumérgelas en el huevo batido. Para finalizar, pásalas por el pan rallado. Para un resultado ultra crujiente, puedes utilizar panko (pan rallado japonés), el cual las dejará definitivamente más crujientes.
Una vez que las tengas bien empanadas, ponlas sobre un plato mientras preparas todo para freírlas. Este paso lo puedes hacer tanto con una freidora, como con una sartén.
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Así se fríen en la sartén
Para freírlas en una sartén o en una cazuela honda, vierte una cantidad generosa de aceite y lleva al fuego fuerte. Espera que el aceite esté caliente, pero que no llegue a humear.
Si tienes un termómetro de cocina, utilízalo para que puedas ponerlas a freír cuando el aceite esté a la temperatura correcta, la cual debe rondar los 170 °C.
Sumerge las rebanadas de berenjena empanadas en pequeñas tandas y déjalas freír por un para de minutos de cada lado.
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De esta forma se fríen en la freidora
En caso de contar con una freidora, vierte aceite suficiente hasta donde te lo indique el propio artefacto y prográmalo para que caliente a 170 °C. Una vez que llegue a esta temperatura sumerge las berenjenas empanadas en pequeñas tandas.
El proceso de cocción irá de 2 a 4 minutos para que queden bien crujientes; retira el cestillo y verifica hasta que estén completamente doradas.
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Qué hacer cuando están listas: el secreto para que las berenjenas lleguen muy crujientes a la mesa
Por lo general, al estar listas, se sacan y colocan sobre papel absorbente. Ahora bien, este es un error que debes evitar cometer; ya que sobre este, suelen ponerse blandas. Lo mejor es colocarlas sobre una rejilla para que escurran el exceso de grasa.
Termina de freír las tandas que falten y pon a escurrir para servir bien calientes. Al retirarlas, tampoco las pongas unas sobre otras en la rejilla, porque esto las deformará y hará que pierdan la cubierta crujiente, la cual es precisamente su principal atractivo.
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Cómo disfrutar más las berenjenas empanadas
Estas berenjenas se disfrutan calientes espolvoreadas con un poco de sal. Puedes servir acompañando con miel para dar un toque dulzón delicioso.
La miel de caña es la mejor compañía que puedes usar para estas berenjenas. Sírvela en un pequeño cuenco para que cada comensal le añada la cantidad que prefiera.
Aunque se disfrutan más recién hechas y bien crujientes, también las puedes guardar si sobran algunas y luego darles un golpe de horno a 200 °C para que se calienten muy bien y se pongan un poco crujientes. No quedarán como recién hechas, pero estarán igual de ricas.
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Alternativas para prepararlas
La propuesta presentada la hemos inspirado más en el toque crujiente que tanto se busca al preparar este plato; sin embargo, cuando de darles más sabor se trata, puedes añadir diferentes especias para darles otro gusto.
Añade un poco de color y aroma con un poco de curry, pimentón dulce, comino o pimienta recién molida en la harina del rebozado. Con hierbas como el orégano, la albahaca o el tomillo, perfuma un poco los huevos batidos antes de pasar las berenjenas por estos.
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Aprovecha al máximo las berenjenas y cómete hasta la piel
De las berenjenas no se desaprovecha nada y de hecho su piel, es una de las partes de esta hortaliza que más beneficios aportará a tu salud. Por esta razón, consúmela siempre con esta.
La piel de esta hortaliza es rica en ácido fólico, potasio y en antocianinas y fenólicos, componentes que le confieren excelentes propiedades que protegen el sistema inmune y la hacen un potente antioxidante que retrasa el envejecimiento y brinda un efecto depurativo que protege la salud del hígado.
Si disfrutas de las berenjenas bien crujientes, degústalas también en gabardina y no te arrepentirás.
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