El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha hecho un llamamiento a «mirar el futuro con optimismo» y a «no contribuir a crear pesimismo» ante la situación actual, en la que pesa la incertidumbre pero también hay «buenas noticias». Un llamamiento con el que ha concluido su discurso con motivo del Día de Cantabria, que celebra este domingo su 56 edición en el Parque Municipal Conde de San Diego de Cabezón de la Sal con una ceremonia que ha recuperado su formato habitual, una vez superadas las restricciones por la pandemia.
Revilla ha estado en Cabezón desde las 9.00 de la mañana y ha compartido momentos con ciudadanos y turistas en los que, según ha dicho, ha visto «caras de satisfacción» por su estancia en Cantabria, una comunidad que les parece «acogedora» y no solo por sus «bellezas naturales» —ahí «tenemos poco mérito, ha apostillado–, sino por el trato recibido y la calidad de los servicios.
Y es que Cantabria está «llena de personas como nunca» y «se ha convertido en una marca de atracción», ha dicho el jefe del Ejecutivo, que asegura que los turistas le dicen lo «maravillosa» que es. «Ya es una marca de atracciones, esta tierra que hace poco no tenía ni nombre». «Es una tierra de acogida donde nadie es extranjero y donde les agradecemos que vengan a vernos», ha celebrado.
Para escenificar esa acogida y unión con el resto del país, en el acto, junto a la bandera de Cantabria que ha izado el presidente y a la de España, de la que se ha encargado la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, han estado las de las otras 16 comunidades autónomas, junto a las que se encontraban parejas vestidas con trajes regionales de cada una de ellas. En este sentido, Revilla ha puesto en valor que «hemos construido un binomio perfecto» e «indestructible» entre Cantabria y España y «nos sentimos orgullosos» de ambas.
Revilla ha remarcado que este Día de Cantabria, como el Día de las Instituciones, celebrado el 28 de julio en Puente San Miguel, no suponen «una repetición», sino que son «un reforzamiento de la identidad de nuestra tierra» y una celebración de su autonomía, que cumple este año su 40 aniversario y «ahora ya es irreversible», «absolutamente consolidada».
En su discurso, Revilla ha reconocido que «vivimos tiempos muy difíciles», con la guerra en Ucrania y una «guerra económica mundial», un otoño y un invierno que se anuncian «tremendos», pero ha subrayado que en el Gobierno de Cantabria «nos resistimos a caer en ese pesimismo, no podemos hacerlo» y por eso el Ejecutivo trabaja «en un horizonte lógico para que Cantabria esté mañana mejor que hoy».
En este sentido, ha instado a «pensar que las cosas no van a ir mal» y a ver el futuro «con ánimo de trabajar para que no se cumplan» las previsiones negativas y, si lo hacen, para que sean «lo menos nocivas». Al hilo, ha puesto en valor que Cantabria es la comunidad «con menos paro de España» y que en el tercer trimestre será la única autonomía que alcance el 100% del PIB previo a la pandemia, «un año antes que el resto del país».
Igualmente ha dicho que el aeropuerto Seve Ballesteros ha tenido más viajeros entre mayo y lo que va a de agosto que en el «boom» de 2019; y sobre el Puerto de Santander, ha reconocido un «pequeño bajón» que ha atribuido al tráfico con Ucrania y Rusia, destacando las importantes inversiones que se están realizando. El presidente tampoco ha olvidado «los asuntos pendientes» del Gobierno central con Cantabria, recordando que este año se pagan los 66 millones del Hospital Valdecilla. Respecto al AVE, ha dicho que «va lento», pero que «incluye» las partidas de duplicación de vía Santander-Torrelavega, «que forman parte del AVE», de gran importancia para el tráfico de mercancías y el Puerto. Y sobre el desfiladero de la Hermida, ha advertido que la obra «originará grandes problemas el año que viene».
Revilla ha repasado además los «tres grandes proyectos de Cantabria» como son la unidad de Protonterapia de Valdecilla, el centro logístico del Llano de la Pasiega y la nueva sede del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC); y ha destacado la inversión privada en la comunidad afirmado que «las empresas quieren seguir haciendo cosas en Cantabria y la gente seguir viviendo en Cantabria».
«Vamos a ver si no se cumplen las profecías de los agoreros, pero nuestro cometido es seguir trabajando por esta tierra tan maravillosa, de la que nos sentimos tan orgullosos; esa tierra que la hemos colocado ya como un referente de estabilidad política, de región acogedora, de región que no quiere ser más que ninguna pero tampoco menos; que ha recuperado el nombre, que se siente orgullosa de pertenecer a España», ha dicho.
«En este Día de Cantabria os deseo a todos que disfrutemos de las fiestas, que miremos el futuro con optimismo; que si de nosotros depende, no contribuyamos más a crear pesimismo porque no están las cosas para seguir abundando en las malas noticias: también las hay buenas». Con un «¡Viva Cantabria!» y «¡Viva España!», el presidente ha finalizado un discurso que ha tenido que interrumpir unos minutos ante el desmayo de un espectador. Tras pedir «un médico», se han acercado hasta él el consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, y el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), Tomas Cobo, presentes en la celebración, y cuyo gesto ha recibido el aplauso del público. A continuación lo ha hecho también Revilla, hasta que el hombre ha recuperado el conocimiento y se ha retomado el acto.
Precisamente, unos minutos antes el jefe del Ejecutivo había dedicado unas palabras a Tomás Cobo, que ha sido pregonero del Día de Cantabria, como reconocimiento a la labor de los sanitarios durante la pandemia. «Un pasiego presidiendo a los médicos de España», ha elogiado Revilla. Además de los ya mencionados, han asistido a este Día de Cantabria el presidente del Parlamento, Joaquín Gómez; el alcalde de Cabezón, Víctor Reinoso; y varios consejeros, como los de Presidencia, Paula Fernández; Educación, Marina Lombó; Desarrollo Rural, Guillermo Blanco; e Industria, Javier López Marcano, así como los líderes, diputados y senadores de todos los grupos políticos.
HOMENAJE A LOS EXPRESIDENTES
Además, el acto ha terminado con un homenaje a los expresidentes que ha tenido Cantabria en sus 40 años de autonomía: Juan Hormaechea, Ángel Díaz de Entresotos, Jaime Blanco, José Joaquín Martínez Sieso e Ignacio Diego, estos dos últimos presentes en el acto junto a las viudas de Entresotos y Blanco. Un homenaje que, para Revilla, se merecen todos los expresidentes por la aportación que cada uno de ellos hizo por Cantabria, «con errores y aciertos», pero «siempre guiados por hacer las cosas lo mejor posible» y poniendo «lo mejor de sí para llegar a la consolidación de esta región».