Se puede pensar que las lentejas son un alimento más típico de invierno, debido a que habitualmente se comen calientes. Pero lo cierto es que lo sencillas de preparar que resultan y lo saludables que resultan las convierten en perfectas para cualquier época del año, también durante los meses de verano.
Sobre todo si se trata de un plato como las lentejas viudas, que además de deliciosas son bajas en grasas, y pueden formar parte de dietas de todo tipo. Si te atrae la idea, en este artículo te contamos todos sus secretos para que te atrevas a ponerte con ellas.
7Manos a la obra con el sofrito
No siempre se utiliza un sofrito en las lentejas. De hecho, es una parte que muchos cocineros decidan pasar de largo cuando no tienen tiempo suficiente para estar demasiado tiempo pendientes de la elaboración. Pero ya metidos en faena, es aconsejable hacerlo, ya que tampoco requiere demasiado esfuerzo.
El sofrito suele estar formado por cebolla, tomate y cualquier verdura de las que se han usado, todo bien pochado y triturado después. Pero lo que le da el punto especial es un poco de pimentón. Si por el contrario no se prepara sofrito, se le puede añadir el pimentó directamente a las lentejas, con cuidado de no pasarse con la cantidad.
