Costillas con miel y mostaza: jamás volverás a prepararlas de otro modo

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Existen combinaciones de sabores que resultan una apuesta segura para cualquier ocasión. Las costillas con miel y mostaza son una auténtica delicia, pero además cuentan con otra gran ventaja: resultan sencillas de preparar, y no ocupan demasiado tiempo. Incluso se puede atender a otros asuntos mientras se cocinan en el horno.

A continuación te contamos cómo deben prepararse para que queden realmente increíbles. Así podrás disfrutar de una comida fantástica ideal para celebrar este verano con tu familia o amigos.

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Salpimentar las costillas

Contar con un buen costillar es importante para que la receta consiga los resultados que se desean: que termine por gustar a todo el mundo. Una vez elegido el que más nos gusta en la carnicería o en el supermercado de turno, toca colocarlo bien en una bandeja que la que la carne entre bien.

No importa si hay que doblar un poco los laterales si el costillar es realmente grande, pero tampoco demasiado, para que así se vaya haciendo en la misma proporción. Una vea ubicado en la fuente, hay que salpimentarlo bien. Por los dos lados, recuerda