La almohada un elemento clave para el descanso

¿Quién no ha sufrido en alguna ocasión molestias leves en el cuello tras pernoctar en un hotel? ¿O quién no ha tenido dificultades para conciliar el sueño en uno de estos establecimientos, a pesar de haber descansado sobre un flamante y firme colchón?

En ambos casos, por muy buenos que sean el colchón y el somier, la culpa suele ser de la almohada. Y si esto no te ocurre solo en los hoteles, sino que también te pasa en tu hogar, quizá sea el momento de que pienses en desprenderte de tu viejo almohadón y Comprar nueva almohada nubett.

La almohada, un factor de primer orden para descansar bien

La almohada suele ser la gran olvidada: nos preocupamos de cambiar el colchón si notamos que se ha deformado o ha perdido firmeza, pero nuestras almohadas nos acompañan durante muchos años y algunas han conocido varios colchones y somieres.

Pero, precisamente, es la almohada la encargada de que nuestro cuello mantenga una correcta posición, algo indispensable para descansar bien y evitar que se presenten las incómodas molestias de espalda y cuello.

Tipos de almohadas

Aunque por fuera todas parezcan similares, el secreto de una almohada está en su interior y en la calidad de los materiales constructivos que la componen. Las almohadas pueden estar rellenas de:

  • Algodón u otras fibras naturales
  • Alforfones
  • Fibras de poliéster
  • Látex.
  • Material viscoelástico
  • Plumas
  • Poliespuma

¿Qué almohada elegir?

Cada persona tiene unos requerimientos específicos a la hora de dormir, que dependen de sus preferencias personales y de su estado físico.

Nuestro consejo es que te dejes aconsejar por los profesionales del descanso. Tras conocer tu situación, seleccionarán las almohadas más adecuadas para tu caso particular. Pruébalas todas y decídete por aquella que te resulte más confortable.

¿Cada cuánto deberías cambiar tu almohada?

Probablemente pienses que la almohada solo debe cambiarse cuando ha perdido firmeza o consistencia. O quizá creas que no debe renovarse la almohada hasta que notes que es incómoda.

Pero ni lo uno ni lo otro: los expertos afirman que la almohada debe cambiarse cada dos años. Puede que esto te parezca un poco exagerado, pero esa es la conclusión a la que han llegado en la Sleep Foundation, una organización norteamericana sin ánimo de lucro, cuya finalidad es investigar la salud del sueño.

Las informaciones publicadas por la Sleep Foundation se sustentan en opiniones médicas contrastadas y en la prueba exhaustiva de artículos para el descanso como somieres, colchones y almohadas.

El estudio relativo a las almohadas de la Sleep Foundation concluye que, al cabo de dos años, además de perder parte de sus propiedades físicas, acumulan gran cantidad de ácaros y microorganismos que se alimentan de los fluidos corporales y el polvo ambiental que penetran en el interior de los materiales.

¿Acabas de darte cuenta de que tu almohada no tiene dos años, sino que tiene casi dos lustros? En ese caso, nuestro consejo es que te deshagas de ella de inmediato y busques una nueva entre el amplio surtido de almohadas nubett. Tu cuello y tu espalda te lo agradecerán.