El consejo para no pillar hongos en la piscina

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Para nadie es un secreto que cuando el calor aprieta, nos vemos tentados a sumergirnos en una piscina, y salvo que se trata de una piscina propia, y que nos hayamos asegurado de la manera correcta de que nos existen hogos en ella, corremos el riesgo de contagiarnos de estos, ya que las molestias que provocan son molestas y bastante desagradables, no sólo a nivel del organismo, sino que son observables a la vista.

Incluso si se trata de nuestra propia piscina y, aunque hayamos sido cuidadosos, resulta que hay factores medioambientales que pueden provocar que los hongos se esparzan y proliferen en nuestras piscinas, por ello, tenemos que tomar todas las previsiones posibles para impedir que nos contagiemos con estos microorganismos y las, a veces, desesperantes e insoportables que provocan.

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¿Cuál es la tasa de contagio?

De hecho, existen cálculos que han establecido que aproximadamente un 25% de los seres humanos del planeta está sufriendo actualmente de algún tipo de infección micótica, que es como se llama científicamente a las afecciones por hongos.

Aparecen en las uñas, la piel y en el cabello, en este último caso los conocemos comúnmente como caspa. No obstante, al tratarse de una dolencia que es muy extendida, la mayor parte de los casos no son graves, porque se quedan en las capas superiores de la epidermis, sin penetrar muy profundo, pero debemos tratarlos de manera adecuada y rápida.