La única vía para incluir formalmente a Ceuta y Melilla en la OTAN es reformar el tratado

La próxima reunión de la OTAN va a celebrarse en Madrid a finales del mes de junio. La adhesión de Suecia y Finlandia va a ser uno de los asuntos principales, pero España quiere que Ceuta y Melilla pasen a formar parte del territorio de la alianza. Actualmente también están fuera otras zonas como Hawai o las Malvinas.

Cuando se creó la OTAN en 1949 solo la integraban doce países y la entonces Unión Soviética era la principal amenaza, por lo que se delimitó territorialmente la posibilidad de activar la defensa colectiva solo a los territorios de sus miembros al norte del Trópico de Cáncer y en el océano Atlántico. En las más de siete décadas transcurridas esto no se ha modificado, lo que actualmente deja fuera de su paraguas a algunos territorios aliados.

En el caso de España, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no estarían incluidas entre los territorios por los que, a priori, España podría enarbolar el Artículo 5 del Tratado de la OTAN y pedir a los aliados que acudieran en su defensa en caso de ataque, dado que se encuentran en el continente africano, mientras que las islas Canarias sí están amparadas, al tratarse de territorios insulares al norte del Trópico de Cáncer.

En el Artículo 5 del Tratado de Washington, por el que se creó la Alianza Atlántica, los aliados sostienen que «un ataque armado contra uno o más de ellos en Europa o Norteamérica debería considerarse como un ataque contra todos ellos» y en consecuencia acudirían en defensa del país agredido.

A continuación, el Artículo 6, aclara dónde se tiene que producir dicho ataque para que se pueda activar la defensa colectiva. Así, se fija que tiene que producirse «en el territorio de alguna de las partes en Europa o Norteamérica, en los departamentos argelinos de Francia, en el territorio de Turquía o en las islas bajo la jurisdicción de alguna de las partes en el área del Atlántico Norte al norte del Trópico de Cáncer«.

En realidad, este artículo es el único de los catorce que incluye el Tratado que ha sido enmendado desde 1949 y el cambio se produjo en 1952, como resultado de la primera ampliación que incluyó a Grecia y Turquía en la Alianza. La enmienda se hizo para incluir el territorio turco, pero en realidad cada vez que se ha firmado el protocolo de adhesión de los nuevos estados miembro el paraguas se ha ido ampliando para incluir sus territorios, siempre que se cumplan las condiciones del Artículo 6.

Por ello, cuando España entró en la OTAN el 30 de mayo de 1982, todo el territorio español, incluidas las islas Canarias, quedó incluido formalmente bajo el paraguas previsto por el Tratado de Washington de cara a esgrimir la defensa colectiva, pero no así Ceuta y Melilla.

OTROS TERRITORIOS AFECTADOS

Las dos ciudades autónomas no son los únicos territorios aliados que formalmente están fuera del paraguas de la OTAN. Actualmente, Estados Unidos tampoco podría apelar teóricamente a la solidaridad de sus aliados en caso de que se volviera a producir un nuevo ataque sobre Pearl Harbor, en Hawai, como el cometido por Japón en diciembre de 1941, ya que el archipiélago se encuentra en el Pacífico.

Un factor que pudo influir precisamente en que se creara el límite geográfico en el Atlántico Norte es que Hawai aún no era en 1949 uno de los estados que integran Estados Unidos, como tampoco lo era Alaska, si bien este territorio pasó a quedar protegido en virtud del Artículo 6 una vez se incorporó en 1959. En este caso, la proximidad geográfica con la URSS no planteó ninguna duda. Por contra, la isla de Guam, en el Pacífico, sigue estando fuera.

También están fuera las islas Malvinas (Falklands para los británicos), cuya soberanía se disputa Reino Unido con Argentina. Este fue el motivo por el que el Gobierno británico no pidió el apoyo del resto de aliados cuando en 1982 tropas argentinas invadieron el archipiélago, situado en el Atlántico Sur. Reino Unido terminó imponiéndose en la contienda.

REFORMA DEL TRATADO

La única vía para que todos estos territorios estuvieran formalmente protegidos en virtud del Tratado de la OTAN sería proceder a reformarlo, algo que por ahora no está sobre la mesa. Fuentes aliadas ven «imposible» abrir ese melón mientras que el Gobierno español ya ha dejado claro en repetidas ocasiones que no tiene intención de plantear dicha reforma.

«No está en la agenda de este Gobierno sobre la OTAN el promover una enmienda del Tratado fundacional«, aseguraba hace unos meses el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria, pese a que principalmente desde Vox, pero también desde el PP, se ha venido apostando por esta vía para disipar dudas respecto a la protección de Ceuta y Melilla, máxime cuando Marruecos ha dejado claro que no reconoce la soberanía española sobre dichos enclaves.

Ni siquiera la independencia de Argelia en 1962 hizo que se reformara el artículo 6 del Tratado. Entonces, el embajador francés ante la OTAN sostuvo ante el Consejo Atlántico –máximo órgano de decisión– que los departamentos argelinos de Francia habían dejado de existir.

En un comunicado, el Consejo se limitó a tomar nota de que «las cláusulas relevantes de este Tratado han dejado de ser aplicables desde el 3 de julio de 1962» en aquellos territorios. Los aliados consideraron entonces que era mejor esta vía que proceder a modificar el Tratado o adoptar un protocolo adicional.

CEUTA Y MELILLA, PROTEGIDAS

Con todo, fuentes aliadas recalcan que Ceuta y Melilla «están cubiertas por el Tratado» y aseguran que no hay «debate» posible al respecto. La OTAN defiende «el territorio de los aliados y ese territorio lo marca la constitución de cada estado miembro», subrayan.

Además, puntualiza un portavoz de la Alianza, «invocar el Artículo 5 es en último término una decisión política, que tiene que adoptarse por consenso en el Consejo Atlántico y basada en última instancia en lo que importaría en cada caso particular».

Por otra parte, las fuentes aliadas consultadas apuntan también a la posibilidad de acogerse al Artículo 4 del Tratado. Dicho artículo establece que «las partes mantendrán consultas cuando, en la opinión de algunos de ellos, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de alguna de las partes esté amenazada».

Una vez invocado dicho artículo, la cuestión es discutida por los aliados y puede desencadenar algún tipo de decisión conjunta o acción por parte de la Alianza.

Desde su creación, se ha invocado en siete ocasiones, la última de ellas a raíz de la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero. Entonces, Bulgaria, República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia pidieron mantener consultas.

Por su parte Turquía lo ha invocado en hasta cuatro ocasiones, incluido en 2012, cuando se acordó el despliegue de misiles Patriot para proteger el país de posibles derivadas por el conflicto en la vecina Siria. España tiene precisamente desplegada una batería de misiles en el marco de esta operación con unos 150 efectivos.