Brookfield, Castlelake o Zetland Capital intensifican su apuesta por el sector hotelero español

Las firmas de inversión internacionales protagonizan las últimas operaciones de calado en el segmento hotelero español, redoblando su apuesta por el sector, de forma que Brookfield, Castlelake o Zetland Capital intensifican su apuesta por el hotelero español.

Así, el fondo canadiense Brookfield anunció la semana pasada la adquisición del complejo hotelero Triángulo Princesa, situado en el centro de Madrid, por 175 millones. La compra le permite aumentar su presencia en España, tras adquirir cuatro hoteles de la cadena Selenta hace apenas un año.

Tras el cierre de la ampliación de capital de la socimi Millenium a finales de mayo, la firma de inversión estadounidense Castlelake ha reforzado su presencia como accionista mayoritario de esta compañía centrada en el segmento de hoteles de cinco estrellas, hasta alcanzar el 49,72% del capital.

La apuesta de Castlelake coincide con el acuerdo que Millenium ha alcanzado con Nobu, la hotelera del actor Robert de Niro, que será la enseña del edificio que está reposicionando la socimi en la madrileña calle Alcalá 26, así como la próxima apertura de JW Marriot en otro edificio propiedad de Millenium en el eje de Canaleja.

Junto a estas operaciones en la capital, destaca el interés del vehículo inglés Zetland Capital por los destinos de costa española: cerró hace apenas unos días la compra del Hotel Don Juan Center, en Lloret de Mar; tras la adquisición el pasado mes de enero del Hotel Natali, en Torremolinos.

Junto a Zetland, el fondo Signal Santander European Hospitality también apuesta por los destinos de playa: compró en el primer trimestre de este año por 80 millones de euros el hotel Sheraton La Caleta Resort & Spa, en Costa Adeje.

Mientras, la ‘joint venture’ conformada por Stoneweg Hospitality y Bain Capital Credit compró a la familia Matutes, por 30 millones de euros, el Palladium Hotel Don Carlos, en Ibiza, y también se hicieron con un hotel en Marbella.

INVERSIÓN

Estas operaciones se producen en un contexto donde la inversión hotelera vive su mejor momento en los últimos diez años, según las cifras publicadas por la consultora CBRE, que calcula que sólo en los primeros tres meses de 2022 se invirtieron 995 millones de euros en la compra de hoteles en España. CBRE ya había observado un incremente anual de más del 200% en la inversión hotelera en España durante 2021 y de casi un 30% respecto a 2019.

Por su parte, JLL maneja unos datos parecidos y prevé buenas perspectivas ante el apetito inversor en su último informe publicado, donde indican que la inmobiliaria en España ha alcanzado los 3.817 millones de euros en el primer trimestre de 2022 y el sector hotelero concentra la cuarta parte de ese volumen. La inversión tuvo un incremento del 141% respecto al mismo periodo de 2021.

Colliers pronostica para este 2022 un incremento notable de los volúmenes destinados a las reformas y construcción hotelera. De hecho, ya avanzaban a principios de año la creciente presencia de firmas de inversión en el sector hotelero, observando una fuerte institucionalización de la inversión en el sector coincidente con la entrada de numerosos fondos en el segmento vacacional español, tradicionalmente reservado a operaciones entre hoteleros, indicaban en uno de sus últimos informes, subrayando que España garantiza futuros y retornos fiables al ser uno de los primeros destinos turísticos.