Zapatos veganos, o cómo demostrar el ilimitado potencial de la sostenibilidad en el calzado

La sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente son dos factores que van de la mano y que construyen una asignatura que muchas empresas todavía tienen pendiente. Los procesos se están reconvirtiendo, las instalaciones se están modificando y la materia prima se está cambiando. En definitiva, las compañías de todo el mundo se están intentando adaptar a unas nuevas prácticas que nos ayuden a tener un planeta más sano y limpio, uno que pueda vivir más tiempo.

Y cuando hablamos de compañías, hablamos de todos los sectores. El mundo del calzado es uno que ya está dando importantes pasos en este frente, y eso es algo que en Vesica Piscis están demostrando a la perfección. Esta empresa dedicada a la elaboración y venta de zapatos, está poniendo en marcha una práctica de lo más interesante para cuidar el entorno. ¿Cuál? La venta de zapatillas veganas mujer y para hombre.

Reinventando los zapatos para cuidar el planeta – Vesica Piscis

Vesica Piscis es una compañía de zapatos que ha apostado por un modelo 100% sostenible. Todo se ha diseñado en esta empresa para reducir las emisiones, para aprovechar al máximo cada material y para nunca producir más de lo que se demanda. No hay excedente, no hay desechos, ni siquiera hay productos que quedan a la espera durante meses y meses en almacenes. Todo se ha escogido a conciencia, todo el proceso se ha diseñado para demostrar que una empresa puede ser sostenible de los pies a la cabeza.

Sus zapatos veganos son una buena prueba de ello, aunque no es lo único de su catálogo que lo demuestra. La filosofía de esta empresa tiene en el reciclaje y el ahorro a sus grandes pilares. Plenamente conscientes de lo importantes que son factores como la huella de carbono o la reutilización, han dado forma a todo un catálogo de calzado totalmente reciclable. Sí, si compras sus zapatos y crees que se acerca el momento de dejar de usarlos por el desgaste, o por las tendencias, puedes devolverlo a la empresa para que esta se encargue de reciclarlo.

El suyo es un proyecto que ya acumula siete años de experiencia en toda España. Nacieron buscando la manera de ofrecer una alternativa ética y coherente con unos principios centrados en el respeto a la naturaleza. Tardaron poco en dar con la fórmula, combinando la idea del veganismo con la economía circular y, así, construyeron un negocio que demuestra que incluso en sectores como el de la moda o el calzado se pueden hacer las cosas de otra manera, que es posible cuidar la imagen y el planeta al mismo tiempo.

Con esa idea comenzaron una andanza que sigue patente en la actualidad y que no deja de crecer en cuanto a catálogo y consumidores. La concienciación es cada vez mayor en lo que respecta a medio ambiente y sostenibilidad, y eso está haciendo que cada vez haya más personas interesadas por poner en marcha nuevos hábitos de consumo, nuevas prácticas que permitan tener una buena calidad de vida sin que esto implique dañar el planeta en el que vivimos. Así, precisamente, cada vez más personas están descubriendo las bondades de esta empresa de zapatos y sandalias.

Filosofía «Make to Order», la gran clave

Una de las claves del funcionamiento de esta fórmula tan sostenible que esgrime Vesica Piscis es la máxima «Make to order, no stock», que se podría traducir como «fabrica para el pedido, sin stock». Esta estrategia permite que, aun formando parte de la segunda industria más contaminante del mundo, la textil, su trabajo tenga el impacto más bajo posible en el entorno. Y no es solo por una cuestión de reaprovechar materiales, escoger materias primas poco dañinas o seguir procesos que tengan unas emisiones mínimas. Es, también, por el volumen que trabajan.

El principal problema de la industria de la ropa y el calzado es el exceso de producción. Esto deriva en dos grandes problemas: el primero, una cantidad enorme de producto que no se vende y que termina en vertederos; el segundo, un proceso de fabricación que trabaja con cantidades tan grandes que provoca una contaminación gigantesca. Para desmarcarse de ello, esta empresa ha optado por un enfoque completamente distinto, por uno que se centra absolutamente en la demanda del cliente.

Nunca tienen stock, porque solo trabajan bajo pedido del cliente. Como explican en su web: «trabajamos solo bajo pedido, produciendo lo justo (sin stocks), sin necesidad de realizar rebajas, optimizando tanto materiales, como el consumo energético, así como reduciendo nuestra huella de CO2 en el proceso de fabricación y generando el mínimo impacto posible en el medio ambiente».

Una política de lo más interesante, porque tiene otro efecto de lo más positivo para reducir el impacto ambiental, y es que frena el consumo compulsivo. Reduciendo la producción y limitándola a la demanda, sin hacer previsiones, actuando en consecuencia, logran también que los compradores no se lancen al derroche y adquieran solo lo que necesitan de su catálogo. Así, construyen un peculiar círculo entre empresa y público que es de lo más positivo a nivel sostenible.

La semilla del cambio

El modelo de negocio de Vesica Piscis difiere mucho del habitual ya no solo en su sector, sino también en la inmensa mayoría de los que están presentes por todo el mundo. Aun así, la propuesta que esgrimen muestra que hay conciencia, que hay afán de cambio, y no solo eso, que se puede llevar adelante. Su firma lleva en activo más de cinco años y sigue en crecimiento, probando que salirse de los márgenes para buscar una mejor solución para absolutamente todos es posible y, también, rentable.

No podemos olvidar que los negocios buscan la rentabilidad, la necesitan para seguir adelante. Pero eso no implica que no se pueda buscar una filosofía ética, una que sea consciente de la realidad que vivimos y de los problemas que nos rodean. No todo vale, y propuestas como la de esta compañía de zapatos de muestran que hay quienes lo tienen muy claro y saben perfectamente cuál es el camino a seguir.