Luis Medina se ha convertido en uno de los nombres propios que más hemos escuchado en las últimas horas, después de la querella que la Fiscalía Anticorrupción ha interpuesto contra él y contra su socio, Alberto Luceño, por haber cobrado, presuntamente, comisiones «exageradas» – 6 millones de euros – en la compra de material sanitario para Madrid al inicio de la pandemia.
Así, Anticorrupción le acusa en su escrito de haber cometido, supustamente, los delitos de estafa agravad, falsedad documental y blanqueo de capitales, por haber vendido a un precio desmedido – y mientras cientos de personas morían a causa del Covid en nuestro país – material procedente de China de una calidad bastante inferior a la acordada. Y se dice que habría sido Luis, por su amistad con un familiar de Martínez Almeida, el que habría contactado con el Ayuntamiento para cerrar el acuerdo.
Además, y con los 6 millones de euros obtenidos – en el caso del Marqués de Villalba 1 – el hijo de Naty Abascal y su socio habrían comprado un yate, varios Rolex y hasta una docena de coches de lujo, adquisiciones muy cuestionadas por la procedencia del dinero.
Una impactante información que Medina ha puntualizado en El Confidencial, donde ha roto su silencio. El empresario reconoce que cobró 1 milón de euros pero asegura que es la «comisión normal» que se percibe en estos casos. «No es ilegal pero comprendo que haya gente que no lo entienda«, ha señalado.
Al contrario que su hijo, Naty Abascal prefiere guardar silencio y, huyendo de nuestras cámaras al salir de su casa, ha entrado en un centro comercial a toda velocidad evitando pronunciarse sobre los problemas legales de Luis. Muy unida a su hijo, la modelo se ha mostrado muy seria y cabizbaja, lo que denota que no están siendo momentos fáciles para la familia.