Urkullu mantendrá una posición de «respeto y exigencia» sobre el Sáhara Occidental

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado que el Gobierno Vasco seguirá manteniendo una posición de «respeto y exigencia» de cumplimiento de las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el Sáhara Occidental, por lo que ha apelado al respeto a la «libre determinación» del pueblo saharaui, expresada a través de un referéndum, para avanzar hacia «una paz duradera y mutuamente aceptada» entre este territorio y Marruecos.

Urkullu ha respondido este viernes, en el pleno de control del Parlamento Vasco, a una pregunta de PP+Cs respecto a la posición del Gobierno autonómico ante el conflicto en el Sáhara Occidental.

El portavoz de PP+Cs en la Cámara Vasca, Carmelo Barrio, ha denunciado, en referencia a la aceptación por parte del Ejecutivo central del plan autonomista de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, el «incomprensible volantazo» del Gobierno central en torno a este contencioso.

Barrio, que ha recordado la interlocución habitual del lehendakari con el presidente del Gobierno de España, ha pedido a Urkullu que se «implique» en este asunto y reclame a Pedro Sánchez que «rectifique» y vuelva a las posiciones mantenidas hasta ahora por el Estado español en torno a este conflicto.

COMPROMISO CON LA «LEGALIDAD»

En su respuesta, Urkullu ha explicado que el Gobierno Vasco (PNV-PSE) mantendrá su posición de «respeto y exigencia de cumplimiento» de las resoluciones de Naciones Unidas en torno a este asunto, así como su compromiso con la «legalidad» derivada de dichas resoluciones.

Además, ha explicado que el Ejecutivo autonómico mantendrá sus programas de apoyo y solidaridad con el pueblo saharaui a través de sus actuaciones en materia de cooperación. En la misma línea, ha indicado que el Ejecutivo vasco sigue siendo partidario de «redoblar los esfuerzos de diálogo y cooperación», de acuerdo al Derecho Internacional y a las resoluciones de Naciones Unidas, para la resolución de este conflicto.

El lehendakari ha apelado al respeto a la «libre determinación» del pueblo saharaui, expresada a través de un referéndum, como fórmula para avanzar hacia «una paz duradera y mutuamente aceptada» entre el Sáhara Occidental y Marruecos.