El 19 de marzo celebramos a los padres y a San José

Hoy es un día muy especial, porque nos recuerda al hombre más importante que hemos tenido en nuestras vidas, sea que esté con nosotros o lamentablemente no lo esté. Nos estamos refiriendo a nuestro padre, porque eso es lo que debemos recordar en esta fecha, pero además de ello, el Santoral Católico celebra hoy el día de San José, quien fue la figura paterna de Jesús, y quizás es por ello que en este día también se celebra el día del padre.

San José, p.p. de Jesús

San José, P.p. De Jesús

Así es como se lo denominaba en las antiguas biblias, José p. p., que quiere decir: José, padre putativo de Jesús, ya que en realidad Jesús es el hijo de Dios, así que ahora sabes también de dónde salió aquello de que a todos los que se llaman José, también los llamen por el apelativo de Pepe. De acuerdo con la tradición católica, José era un hombre viudo, que se convirtió en el esposo de la Virgen María, y por deseo de Dios mismo se convirtió en el padre terrenal de su propio hijo, y fue tan exitosa la tarea que se impuso al respecto, que le ha valido no solo ser declarado padre putativo, patrono de la familia, sino que también ha sido denominado el patrono de la Iglesia Universal, patrono del trabajo y de los obreros, patrono de América, Vietnam, Perú, Croacia, Bohemia, Bélgica, Austria, Méjico, Corea, Canadá y China. Sin embargo, aparte de que era viudo, no son conocidos otros detalles de su vida, salvo los que se desprenden de algunos pasajes que se encuentran en los Evangelios de Lucas y Mateo.

En dichos evangelios se dice que José fue uno de los múltiples pretendientes que la joven María tuvo, pero ¿cuál fue la razón por la que José fue el candidato elegido? Según lo que cuentan los evangelistas, José pasó con éxito una prueba, y esta consistió en que, de entre todos los bastones que le regalaron los pretendientes a María, el único que no se secó fue el que le dio José y además floreció. Esa fue la causa por la que fue elegido para convertirse en el esposo de la joven María.

Después del compromiso matrimonial, que según la tradición judía debía durar un año para que se celebrara el matrimonio, se enteró de que la joven María estaba embarazada, causa por la cual había pensado repudiarla, pero hacerlo en secreto para no exponerla al castigo al que se sometía a las mujeres comprometidas que se embarazaban de un hombre distinto a su prometido, hasta que un ángel se le apareció y le dijo que no debía temer por el honor de María, que no le había sido infiel y que fue inseminada por el espíritu santo de Dios. En ese momento, José tomó la decisión de no repudiar a María y de convertirse en el padre terrenal del hijo del Señor, motivo por el cual se le conoce como un hombre justo.

Al presentarse la obligación de acudir al censo en Belén, José llevó a María hasta esa ciudad, en la que, según las sagradas escrituras y tal y como había sido profetizado, en Belén Efrata nació el hijo de Dios, en un humilde establo, teniendo que colocar al recién nacido en un pesebre, al que acudieron todos los pastores a adorarlo y llegaron los reyes magos guiados por una estrella. Luego de tal acontecimiento la familia volvió a la población de su residencia en Nazaret.

Pero el 19 de marzo, el Santoral Católico también recuerda a otros santos y beatos que han sido una gran inspiración para toda la cristiandad, entre los que se encuentran San Juan de Parrano, Beato Andrés Gallerani, Beato Isnardo de Chiampo, Beato Juan de Parma Buralli, Beato Marcelo Callo, Beato Marcos de Marchio de Montegallo, Beato Narciso Turchan y Beata Sibilina Biscossi