Cómo tomar fotos para preparar un buen álbum fotográfico

Si te gusta la fotografía y quieres preparar un álbum de fotos para alguien o para una ocasión especial, debes tener en cuenta que la preproducción es importante. Con esto quiero decir que es mejor pensar en la composición del álbum antes de tomar las fotos, en lugar de pasar trabajo después intentando combinarlas para obtener un buen resultado. 

Un álbum fotográfico o un fotolibro es una narrativa. No puedes perder esto de vista. Con tus fotos estás contando una historia. El tipo de toma, el orden de las imágenes, el formato, el papel, las leyendas… todo hace parte de esa historia. Son piezas que deben juntarse con arte para que transmitan lo que te hayas propuesto. 

Por ejemplo, imagina que quieres preparar un álbum de las primeras vacaciones con tu peque. Si quieres que tenga un estilo divertido, tendrás que pensar en tomas originales y en movimiento, looks graciosos y un hilo conductor que resuma la experiencia del viaje, algo como “nuestra primera aventura playera”. 

Ahora bien, si quieres crear un álbum más tierno y nostálgico, quizás sea mejor hacer varias sesiones en paisajes naturales con tomas de tu peque al atardecer y de pequeños detalles como sus piecitos o manitas jugando con la arena. 

Si no sabes mucho de edición y maquetación, no hay problema. Hoy en día hay muchas plataformas con plantillas disponibles para crear revistas, fotolibros y álbumes de fotos en línea, como MILK Books, en las que puedes diseñar tu álbum y obtener un resultado muy profesional. 

Ahora sí, ha llegado la hora de planificar tu próxima obra de arte y estos trucos te ayudarán a conseguir unas buenas fotos. 

1- Aprovecha una misma localización 

Sácale partido a las localizaciones que más te gustan y saca fotos en diferentes horarios. Así tendrás una progresión en tu historia con imágenes tan solo con la luz natural. 

2- Haz tomas con diferente zoom

Puedes conseguir una linda composición sacando primero un plano general o un plano americano de tu/s elemento/s protagonista/s (persona, animal, planta u objeto) y luego una serie de planos detalle. Al pasar del todo a los pequeños detalles, le das aún más valor a tu elemento protagonista.

3- Prueba diferentes ángulos

El juego con los ángulos muestra perspectivas diferentes y estas transmiten sensaciones distintas. Es muy interesante porque te permite mostrar cómo una misma toma puede contar algo muy distinto con un solo cambio de posicionamiento de la cámara. 

Lo más común es tomar fotos frontales, con ángulo normal, es decir, colocando la cámara a la altura de la vista. Imagina ahora tomar una foto con un ángulo contrapicado, que sería colocando la cámara por debajo del objeto fotografiado. El contrapicado hace que los objetos se vean más grandes y alargados, crea un efecto dramático, pero también impresionante y poderoso.

4- Diviértete con las ráfagas de fotos 

Aprovecha los momentos especiales en movimiento y saca algunas fotos en ráfagas o una secuencia que capture toda una acción. Puede ser el recorrido por un paisaje especial en coche, o el momento en que un grupo de amigos están riendo contando una historia. 

Las fotos no tienen que ser estáticas. Los gestos imprevistos en las fotos son oro y le darán el toque mágico a tu álbum.