La Antorcha Benedictina arde en la Catedral de Santiago para pedir la paz

El fuego de la Antorcha Benedictina ‘Pro Pace et Europa Una’, que recorre el continente con el mensaje de paz de San Benito, ha brillado este lunes en la Catedral de Santiago, en una homilía marcada por la petición de paz y solidaridad con los afectados por el conflicto armado: «El corazón de Europa está en guerra», han lamentado los intervinientes.

En concreto, la misa en la que ha estado presente la antorcha ha estado presidida por el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, y por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y en ella también han participado el arzobispo de Spoleto-Norcia, Renato Boccardo, el abad de Subiaco, Mauro Meacci, y el abad de Montecassino, Donato Ogliari.

Junto a ellos, la delegación que acompaña a la ‘Fiaccola Benedettina’, bendecida por el Papa antes de iniciar su viaje, estuvo formada por representantes de las ciudades de Norcia, Cassino y Subiaco, que hicieron entrega a la Catedral de un ejemplar de la Regla de San Benito y de incienso para el Botafumeiro.

Coincidiendo con la misa del peregrino, a las 12,00 horas en punto, la comitiva que transportaba la ‘Fiaccola Benedettina’ ha entrado por la Puerta Santa de la Catedral, que sigue recibiendo a fieles y peregrinos en este segundo Año Santo Compostelano.

Posteriormente, ha presidido la eucaristía, en la que tanto la delegación italiana como el nuncio de Su Santidad y el arzobispo de Santiago han lanzado mensajes de solidaridad con el pueblo ucraniano y reclamando que la paz regrese al continente Europeo.

Así, han mandado un mensaje de solidaridad y fraternidad a los «hermanos afectados por la guerra» y han pedido al Apóstol Santiago y a San Benito su intercesión contra el conflicto armado y en favor de la vía del «diálogo».

La ‘Fiaccola Benedettina Pro Pace et Europa Una’ es una antorcha que cada año se enciende en la ciudad italiana de Norcia, localidad natal de San Benito, como símbolo de paz en Europa. A continuación, y tras recibir la bendición papal, la antorcha visita distintas capitales europeas para difundir el mensaje de paz.

Este año, tras el parón motivado por la pandemia, la antorcha fue encendida el pasado 24 de febrero en la basílica de San Benito, un acto que contó con la participación del presidente italiano, Sergio Mattarella. La delegación que porta la antorcha llegó el pasado jueves a España y, tras visitar el monasterio de Silos y la Catedral de la Almudena, ha hecho una parada en Santiago de Compostela.

RECEPCIÓN EN EL AYUNTAMIENTO

Antes de entrar en la Catedral de Santiago, la delegación que portaba la Antorcha Benedictina ha participado en una recepción en el Ayuntamiento compostelano, donde el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, ha firmado un pacto de amistad con los alcaldes de las ciudades italianas de Norcia, Subiaco y Cassino, con el objetivo de reforzar el vínculo entre el Camino de Santiago y el Camino de San Benito.

Durante el acto, Sánchez Bugallo ha explicado que San Benito es «una figura muy importante para la difusión de los caminos de Santiago» y ha vinculado la situación que se vivió en su época, con una Europa «totalmente fragmentada» con la actual.

«En aquel momento, los caminos a Santiago sirvieron para unir Europa», ha dicho el regidor compostelano, que ha añadido que siempre fueron vías «de diálogo, de encuentro y de paz entre personas».

Por eso, ha dicho, esta visita y este acuerdo de amistad quiere lanzar «un potente mensaje de paz y convivencia en la Europa actual». «Es cierto que entramos en una etapa difícil», ha explicado Bugallo, para quien es la primera vez desde la II Guerra Mundial que «todos los europeos percibimos que nuestros derechos están amenazados». «Lo que pase en Ucrania va a marcar el futuro de Europa para las próximas décadas», ha dicho Bugallo, añadiendo que «hay que defender la paz y la diplomacia» y «ayudar siempre al agredido, a la víctima, y no al agresor».

A través del acuerdo firmado entre estas localidades, las villas italianas de Norcia, Subiaco y Cassino manifiestan su voluntad de establecer relaciones «constantes y cada vez más intensas de cooperación y amistad fraternal» entre el Camino de San Benito y el Camino de Santiago, «para el crecimiento humano, social y cultural armonioso de sus respectivas comunidades y para la solidaridad y la unidad entre Italia y España», dice el documento.

Las ciudades de Norcia, Subiaco y Cassino son, respectivamente, los lugares de nacimiento, formación y espiritualización de San Benito de Norcia. El llamado Camino de San Benito es un recorrido de 300 kilómetros a pie que sigue los pasos del santo a través de las tres ciudades.