Las saladillas o salaíllas, marcan el calendario gastronómico de la provincia de Granada durante la primavera. Esta torta de masa delicadamente salpicada de granos de sal gruesa y cocida al horno, se acompaña de jamón, tocino curado o habas verdes para acompañar las celebraciones propias de la primavera.
Aunque lo tradicional es degustarla en el mes de mayo, cuando aprendas a prepararla en casa con esta sencilla receta, no querrás sino consumirla de manera habitual. Definitivamente, se volverá tu favorita a cualquier hora, momento o lugar.
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Ingredientes que necesitas para preparar las más tradicionales saladillas
Si has preparado panes caseros en algún momento, los ingredientes de las saladillas te resultarán de lo más conocidos y sencillos. En caso de no haber preparado nunca un pan casero, no tienes de que preocuparte, ya que siguiendo esta receta paso a paso, te resultará sumamente sencillo.
Los ingredientes que necesitas son: 500 gramos de harina de fuerza, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 300 ml de agua tibia, 20 gramos de levadura fresca, 10 gramos de sal, escamas de sal y aceite de oliva virgen extra adicional.
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Esta es la harina que debes utilizar
La harina que debes utilizar para preparar las saladillas, no puede ser la que comúnmente utilizas para hacer pasteles. En ese caso, por lo general se utiliza una harina bizcochona o repostera, las cuales tienen impulsadores químicos que le otorgan esponjosidad.
Tampoco es recomendable utilizar harina extra fuerza, puesto que la misma es la que se emplea para preparar masas que requieren de procesos de fermento largo. La harina más apta para esta preparación, es la conocida como harina de fuerza.
La harina de fuerza es la que se usa para preparaciones de pan casero. Esta reacciona de manera perfecta con la levadura y permite la elaboración de panes sencillos en menor tiempo. Es la más común para la preparación del tradicional y conocido pan de molde.
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Comienza mezclando la harina con el agua
Lo primero que debes hacer es mezclar la harina con el agua y dejarla en un bol para que repose por al menos media hora y máximo 1 hora.
Seguramente te preguntarás que se esconde tras esta práctica. Pues bien, a esta técnica se le conoce en panadería como autólisis.
Con este proceso, se permite el desarrollo del gluten en la harina, por lo cual el amasado será más rápido y cómodo; y además, no se pegará de las manos. No añadas nada más, solamente agua y harina.
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Ve formando la masa
Transcurridos los 30 minutos de reposo de la harina junto al agua, ya estará lista para comenzar a formar la masa para hacer las saladillas.
Añade el resto de los ingredientes al bol y comienza a amasar con reposos. Unta un poco de aceite sobre la mesa y pon encima la masa. Extiéndela con tus manos y luego plegala hacia el centro.
Cuando la masa comience a pegarse de la mesa, recógela, forma una bola y llévala al bol de nuevo para que repose al menos por 10 minutos. Repite este proceso unas 3 veces, y obtendrás una masa perfecta y muy elástica sin esfuerzo.
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Prepara la masa para el levado
Coloca la masa en un bol de tamaño grande en el que la puedas trabajar con comodidad. Una vez que la tengas allí, estírala y dobla hacia el centro cada uno de sus lados. Corta un pedazo de papel film y cubre el bol para que la masa repose tapada por media hora.
Repite este procedimiento dos veces más y en el último, déjala fermentar. Los pasos a seguir serían: plegar la masa – reposar por 30 minutos – plegar – reposar por 30 minutos – plegar y finalmente dejar fermentar.
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Desgasificar la masa
Sabrás que la masa ha fermentado lo suficiente porque notarás que ya duplicó su tamaño. Una vez que la tengas crecida, ponla sobre la mesa y desgasifícala presionando suavemente con tus manos.
Cuando la hayas desgasificado, dale forma redonda y déjala reposar por 30 minutos más. El proceso te puede resultar un poco tedioso; sin embargo, el resultado bien vale la pena, ya que las saladillas quedarán perfectas con esta técnica de amasado; con una miga esponjosa y una textura externa de ensueño ya lo verás.
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Termina de preparar la saladilla
Finalizado el último reposo, corta la masa en cuatro porciones para sacar varias saladillas y aplánalas un poco con tus manos dándole forma redondeada.
Una vez que tengas las saladillas formadas, con las yemas de tus dedos, marca hoyos en la superficie de la masa.
Se trata solo de presionar un poco para que se formen los pozuelos de la masa; por lo tanto, evita traspasar la masa y hacer huecos en la misma.
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Hornéala
Cuando tengas lista la saladilla y le tengas los pequeños pozos preparados, vierte un poco de aceite de oliva virgen extra y espolvorea un poco de sal gruesa.
El aceite de oliva virgen extra dentro de cada pozo de masa, le otorgará una humedad exquisita y un aroma espectacular que se disfrutará al máximo al momento de comer las saladillas.
Mete las saladillas al horno precalentado a 220 °C y hornea por aproximadamente 20 minutos.
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Cómo disfrutar de las saladillas
Transcurridos los 20 minutos aproximados de cocción, retira las saladillas del horno y ponlas sobre una rejilla para que vayan enfriándose.
Puedes disfrutarlas calientitas o frías y estarán igual de ricas. Rellénalas con los ingredientes más tradicionales o deja volar tu imaginación y dale forma a las más divinas creaciones.
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Relleno tradicional para las saladillas
Uno de los rellenos más tradicionales es el jamón curado y tomates. En Granada por lo general se les disfruta cada primer domingo de febrero acompañadas de habas verdes de la Vega y bacalao para la celebración del día de San Cecilio, patrón de Granada.
Los embutidos, aceitunas y tocinos curados quedan de maravillas con esta exquisitez fácil de hacer. Recuerda trabajar la masa con los consejos completos que te ofrecí en el paso a paso y tendrás un resultado que te hará suspirar por su suavidad interior perfecta.
Conoce los trucos que te permiten hacer pan perfecto sin que quede como una piedra al sacarlo del horno.
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