La intolerancia a la lactosa tiene una incidencia mundial estimada en un 80% de la población mundial que padece en mayor o menor medida los síntomas; muchas personas presentan síntomas parecidos al síndrome del intestino irritable.
Sin embargo, la mayoría de las personas que tienen intolerancia a la lactosa, pueden consumir algunos productos lácteos sin presentar mayores inconvenientes, ni requieren de tratamiento alguno. La mayoría lleva un estilo de vida totalmente normal. Algunos presentan síntomas apenas distinguibles.
3Intolerancia secundaria
Este tipo de intolerancia es producida por daños en la mucosa intestinal o sufren una reducción de la superficie de absorción; esta intolerancia puede ser transitoria y va a depender en gran medida de la enfermedad o condición médica del paciente.
Esta intolerancia puede ser causada por gastroenteritis, parásitos intestinales, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y enfermedad celíaca. Hay personas que debido a un trastorno genético, no producen esta enzima desde el nacimiento, llamada déficit congénito de lactasa en la cual el recién nacido no produce esta enzima por lo que debe alimentarse con fórmulas especiales.
