La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha señalado que la evidencia científica disponible hasta el momento indica que la nueva subvariante de ómicron, denominada BA.2, «se comporta parecido» al linaje que sigue siendo dominante en España.
«Veremos cómo se comporta BA.2. Está en estudio, es incipiente en Dinamarca, algo en la India, un poquito en Suecia… La información que tenemos, con toda la prudencia, es que se comporta parecido a la BA.1«, ha señalado en su comparecencia ante la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados.
Ayer, la secretaria de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña, Carmen Cabezas, avanzó que están realizando la secuenciación de «uno o dos casos» de COVID-19 que podrían corresponder a BA.2, que ya se ha descrito en unos 40 países como Dinamarca, Reino Unido, la India y Noruega, entre otros.
Cabezas aclaró que tienen que realizar la secuenciación completa para confirmar los casos pero ha advertido de que, si se ha detectado en 40 países, la subvariante también llegará a Cataluña.
Las publicaciones que hay actualmente sobre esta nueva subvariante apuntan que podría tener más mutaciones que ómicron y parece que podría ser más transmisible, pero no hay evidencias de que tenga una mayor gravedad ni una mayor capacidad de escapar a las vacunas.
Además, tiene una «complicación añadida» respecto a la variante ómicron y es que no tiene la deleción en el gen S, lo que según Cabezas permitía saber rápidamente si se correspondía o no a ómicron al realizar una prueba PCR.
Sobre la evolución de la pandemia y la preponderancia de ómicron, la ministra ha apuntado que la situación actual «no es igual a la de olas anteriores«, debido a que esta variante es más trasmisible pero también genera menor gravedad de casos. Así, ha defendido la necesidad de «seguir adaptando las estrategias a la situación epidemiológica en cada momento«.
Darias ha celebrado una «ralentización» en la velocidad de crecimiento de casos en la última semana, que podría corresponderse a una «estabilización e incluso un descenso en la incidencia«. «Las características son diferentes a las de olas anteriores. Pese a las altas incidencias, que son hasta siete veces superiores a hace un año en la tercera ola, los indicadores de gravedad son sensiblemente inferiores«, ha resaltado.
La ministra ha responsabilizado de este extremo a las vacunas, poniendo como ejemplo que en mayores de 80 años el riesgo de infección es 12 veces superior si no estás vacunado, el de hospitalización diez, el de UCI 16 y el de fallecimiento hasta veinte. «Los datos son concluyentes, ponen de manifiesto el poder de las vacunas. Hablan por sí solos», ha apostillado.