En casa, la mayoría de nosotros tenemos hábitos de almacenamiento de los alimentos y formas de conservarlos que no son los más adecuados. Esto lo hacemos en muchos casos, si bien los hay que no necesitan ni tanto frío como para estar en la nevera, ni tanto calor como colocarlos en la despensa sin apenas refrigeración.
Así, en particular, tendemos (también alimentarias) a que algunos alimentos puedan verse en la nevera más tiempo del necesario. Ya no solo porque se puedan estropear y ponerse malos, sino que, también, hacer porque otros menos duraderos se contaminen y terminen por echarse a perder. Pero, ¿vale para todos por igual? ¿Cuáles no deben nunca quedarse abiertos en la nevera? Lo repasamos.
5Pan y huevos a temperatura ambiente
Al igual que sucede con los tomates o frutas tropicales, el pan conservado en frigorífico pierde su sabor y se pone duro más rápidamente. La única opción es el pan de molde, el cual sí se puede guardar en la nevera, aunque tampoco es lo más recomendable.
En el caso de los huevos, esto se da con matices. Porque solo los huevos que han sido lavados con agua deben conservarse en la nevera. Si no han sido lavados (solo limpiados), pueden conservarse sin problemas a temperatura ambiente, como vemos en los supermercados.





