El Observatorio de la Realidad Financiera prevé un crecimiento de la economía del 4,5%

El Observatorio de la Realidad Financiera prevé que la economía española crezca un 4,5% en 2021 y un 4,9% en 2022, con una previsión del déficit del 6,9% para este año y del 4,4% para el próximo, y un incremento de la deuda pública hasta el 119,8% del PIB en 2021 y 118,4% en 2022.

En cuanto a la tasa de paro, el observatorio prevé que se sitúe en torno al 14,9% de media en 2021 y al 14,1% en 2022.

Así se recoge en su informe ‘Previsiones económicas del cuarto trimestre de 2021’, elaborado por la cátedra universitaria de la Universidad de Alcalá (UAH) y Thinking Heads, que señala que la recuperación económica «continúa, pero pierde fuelle», mientras que las asimetrías «se intensifican».

En concreto, señala que los riesgos a la baja parece que se están materializando, debido a los nuevos brotes de Covid-19, las presiones sobre los precios de la energía, el transporte o las tensiones geopolíticas, lo que, a su vez, acelera la inflación.

Sin embargo, el informe recoge que en 2022 se habrán recuperado los niveles de PIB previos a la pandemia, y se habrá cerrado la brecha de producción, aunque destaca que el déficit «será estructural»y «forzará a España a iniciar un plan de ajuste que durará varios años, a partir de 2023».

En relación con la inflación de la eurozona, el estudio de Orfin la sitúa por debajo del 1,5% en la segunda parte del próximo año, al tiempo que destaca que, si bien en España los precios están creciendo, situándose por encima de la media de la eurozona, se espera que en 2023 caigan por debajo de la misma.

Por otro lado, destaca que la ratio deuda pública/PIB se sitúa en niveles elevados, tras el «fuerte esfuerzo» realizado por las economías para afrontar la crisis sanitaria y económica.

En este sentido, el informe advierte de que «un elemento de preocupación para la estabilidad financiera es el impacto que tendría una potencial subida de tipos en caso de que la inflación de los últimos meses se cronifique en el tiempo y obligue a actuar al BCE. Ese impacto es mayor, cuanto mayor sea la exposición de la banca al riesgo soberano, ya que una subida de tipos implica una caída del precio de la deuda».

Por otro lado, destaca que los organismos financieros no ven la inflación «ni como un fenómeno generalizado, ni como un fenómeno permanente».

De este modo, explica que el aumento de los precios parece estar relacionado con las disrupciones de las cadenas de producción y suministro, que impiden que la oferta crezca al ritmo de una demanda que se recupera fuertemente.

«Tanto la recuperación en sí misma como la sustitución de combustibles más contaminantes, como el carbón, por otros menos contaminantes, como el gas, presionan al alza los precios de la energía, que se están trasladando al consumidor final. A estas presiones se suma el aumento de los derechos de emisión vinculado a objetivos de emisiones más exigentes. Sin embargo, se prevé que la oferta, incluyendo la de energía, se vaya adaptando a la demanda progresivamente y la situación se estabilice hacia mediados del año que viene», señala Orfin.

PREVISIONES PARA LA UE

Para la Unión Europea en su conjunto, el informe recogue que el PIB crezca un 5% en 2021, para desacelerarse progresivamente al 4,3% en 2022, y al 2,5% en 2023. representa una revisión al alza de 0,8 puntos para este año en comparación a las previsiones de primavera.

«Con respecto a las cuatro grandes economías de la eurozona, España y, en menor medida, Alemania registran revisiones a la baja en la proyección de crecimiento para este año de 1,3 y 0,7 puntos porcentuales, respectivamente. Este menor crecimiento queda más que compensado por las fuertes revisiones al alza de 1,8 y 2 puntos en Francia e Italia, respectivamente», señala el estudio.

Así, Alemania crecería al 2,7% este año, acelerando al 4,6% el año que viene. Las tasas proyectadas para Francia e Italia en 2021 son del 6,5% y 6,2% respectivamente, mientras que se espera que la actividad en España progrese por debajo de la media de la eurozona al 4,6%.

SECTOR BANCARIO

Para el observatorio, la baja rentabilidad del negocio bancario «sigue siendo, un año más, una de las principales vulnerabilidades del sector», afectado por la «persistencia» de bajos tipos de interés y la competencia de empresas tecnológicas. A esto se une el creciente riesgo de crédito por el impacto de la crisis de la Covid-19.

Sin embargo, el informe señala que la rentabilidad sobre recursos propios de la banca española es 4,5 puntos superior en junio de 2021. Salvo en Grecia, en el resto de países la rentabilidad se ha recuperado con fuerza, siendo España el país en el que más ha aumentado en lo que va de año.

«La banca española sigue destacando por su mayor eficiencia en el contexto europeo, ya que conseguir 100 euros de margen bruto le cuesta 55,5 euros, mientras que a la banca de la UE-27 le cuesta 64 euros», señala el informe.

Por otro lado, el sector bancario español, en cuanto a grupos consolidados, ha aumentado su ratio de solvencia de mayor calidad (CET1) en 68 puntos básicos desde junio de 2020, hasta situarse en el 12,7%. «Sigue siendo una ratio muy reducida en el contexto de la UE ya que, de hecho, solo Grecia supera la ratio de España», indica Orfin.

El observatorio también destaca el fuerte impacto de la crisis sanitaria sobre las cuentas de resultados de las entidades financieras, pero también la «fuerte recuperación posterior».