Aldeas Infantiles exige cambios en el sistema de protección al menor pide una aplicación homogénea de la ley en España

Aldeas Infantiles SOS ha reclamado este miércoles, cuando se cumplen seis años de la entrada en vigor de la Ley de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia, cambios en esta materia y que la normativa se aplique de forma homogénea en todo el territorio nacional.

La entidad denuncia que más de 49.000 menores viven en España privados del cuidado parental porque el país carece de medidas preventivas que permitan llegar a tiempo y evitar la separación de sus familias. Y, en este sentido, denuncia que hay CCAA que aún no han adaptado su normativa a la ley estatal para asegurar su plena implementación.

«A pesar de los años transcurridos, en la mayoría de las comunidades autónomas no se ha procedido a adaptar la normativa autonómica a la Ley de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia», ha criticado la organización.

Para Aldeas Infantiles SOS, esta falta de homogeneidad «produce un desajuste entre lo que pretenden ser criterios generales comunespara todo el territorio del Estado y la realidad jurídica dispersa de cada comunidad autónoma que impide completar la reforma del sistema de protección que persigue la normativa estatal».

En la práctica, esta «aplicación desigual» de la Ley que denuncia Aldeas Infantiles, se traduce «en distintas problemáticas que afectan al sistema de protección en su conjunto, tanto en la fase inicial de intervención para prevenir situaciones de vulnerabilidad y riesgo social, como en las modalidades de cuidado alternativo que se ofrecen» a los menores «que ya han perdido el cuidado parental y, por último, en la labor de acompañar a estos más allá de su mayoría de edad, hasta su plena integración social y laboral».

NO SE LLEGA A TIEMPO

La ONG asegura que «no se llega a tiempo de preservar la unidad familiar y evitar la pérdida del cuidado parental no solo por la escasez de recursos y las condiciones en las que trabajan los servicios sociales de los municipios, sino porque la prevención no se prioriza ni se entiende como intervención en una situación de riesgo».

Del mismo modo, la entidad denuncia que «el sistema da prioridad a la vulnerabilidad económica y la intervención en la adolescencia en vez de en la primera infancia».

También pone en el foco que factores, como la falta de sistematización de la información en el sistema de protección o el hecho de que no exista una continuidad en la intervención con menores en riesgo, tienen como resultado que no se sepa cuántos de ellos terminan tutelados por las distintas comunidades autónomas, entre otras consecuencias.

GARANTIZAR LA DISPONIBILIDAD DE OPCIONES

Por otra parte, y en lo referente a los menores que han perdido el cuidado parental, Aldeas Infantiles SOS señala a las Directrices de Naciones Unidas sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños como el estándar para el cambio sistemático de políticas y su implementación, un proceso inconcluso en España.

En esta materia, la ONG señala que es preciso garantizar la disponibilidad de una amplia gama de opciones de cuidado alternativo de calidad para ser capaces de dar respuesta a las necesidades individuales de cada niño, niña o adolescente.

«La infancia y la adolescencia que ha perdido el cuidado parental tiene derecho a recibir cuidado alternativo en familias o entornos de carácter familiar, donde los hermanos permanezcan juntos, en los que cuenten con figuras de referencia y donde su opinión sea tenida en cuenta», explica la entidad.

Del mismo modo, ve necesario que los profesionales estén altamentecapacitados y reciban formación continuada con un enfoque de derechos de infancia.

LA MAYORÍA DE EDAD

Por último, destaca que casi 5.200 jóvenes se vieron obligados a abandonar el sistema de protección en 2020 por cumplir la mayoría de edad, una emancipación temprana que, según ha explicado, en la mayoría de los casos no se produce de manera planificada y progresiva.

«Buena parte de estos chicos no cuentan con apoyo y los 18 años marcan para ellos el inicio de una nueva etapa de desprotección, en la que se pone en riesgo, cuando no se deshace, lo avanzado hasta ese momento», aseguran desde la organización.