Bildu avisa al Gobierno de que si no deroga la reforma laboral perderá a sus socios

El portavoz económico de EH Bildu en el Congreso, Oskar Matute, ha exigido este jueves al Gobierno que «derogue» todos los aspectos lesivos para los trabajadores de la legislación laboral aprobada por el PP y le ha avisado de que, si apuesta por una mera reforma parcial de la misma, no sólo perderá el apoyo de los grupos de izquierda que le sostienen, sino también las elecciones, y será el «único responsable de que gobierne la derecha».

Este ha sido el principal mensaje enviado por Matute durante su intervención en el debate de las enmiendas de totalidad a los Presupuestos, donde ha mostrado su disposición a seguir negociando con el Ejecutivo para sellar un «buen acuerdo» que permita a EH Bildu apoyarlos también para su aprobación definitiva.

Ese apoyo final, ha avisado, no está hoy por hoy asegurado, el Gobierno se tendrá que «ganar» sus votos y ellos serán «razonables», pero también «exigentes», para lograr un acuerdo que mejore las condiciones sociales y laborales de la ciudadanía vasca y de la clase trabajadora de todo el Estado.

«Esa y no otra es nuestra meta en esta negociación», ha enfatizado en respuesta a quienes, basándose en palabras del líder de Bildu, Arnaldo Otegi, dan por hecho que la coalición apoyará la cuentas también en su votación final a cambio de la excarcelación de presos de ETA.

LO EXTRAORDINARIO DEBE SER NORMA

Matute aprecia en las cuentas «falta ambición para revertir recortes derechos» a los trabajadores y cree que no sientan las bases para romper con el actual modelo productivo. En este contexto, ha avisado de que «no caben medias tintas» y ha exigido «convertir lo extraordinario en norma», como el llamado ‘escudo social’ para blindar de forma permanente el derecho a la vivienda y a los suministros básicos.

«Hay que recuperar lo arrebatado y ampliar conquistas sociales. Nosotros no valoramos las palabras, sino los hechos, no bastan las promesas, queremos acciones», ha remachado, reclamando una intervención pública «más decidida, fuerte y sostenida» para poner fin al actual modelo económico, tanto desde los Presupuestos como con otras leyes.

Así, además de demandar una reforma fiscal profunda con más impuestos para los que más tienen y advertir de que no aceptarán recortes en las pensiones, ha puesto en énfasis en la derogación de la reforma laboral y ha rechazado el uso de «eufemismos» en este tema.

«Tenga una cosa clara, si no derogan la reforma laboral, si no cumplen los acuerdos suscritos, es muy probable que pierdan las elecciones y serán los únicos responsables de que gobierne la derecha», ha aseverado Matute.

El portavoz de la coalición abertzale ha subrayado que a ellos no les importa el «quién», sino el «qué», y, en este contexto, ha reclamado la derogación de «todos» los aspectos de la reforma laboral que supusieron un recorte de derechos. «Todos los aspectos dañinos», ha insistido, subrayando que no se trata sólo de «atajar la temporalidad» o simplificar los contratos.

Así, ha exigido recuperar la prevalencia de los convenios sectoriales, la ultraactividad, las indemnizaciones por despido, los salarios de tramitación o la necesidad de autorización administrativa de los ERE».

NO SE LA JUEGUEN

Matute cree que ahora esa no es la «prioridad» del Gobierno, que apuesta por una mera «derogación parcial y no total» de todos los puntos que Bildu quiere eliminar porque pretende obtener el «permiso» de la patronal para la nueva legislación. «Ustedes hablan de diálogo social, nosotros de veto patronal», ha apostillado.

En este contexto le ha recordado al Gobierno que, más allá de lo que digan los empresarios, PSOE y Unidas Podemos cuentan con el apoyo sindical y político suficiente para derogar los aspectos más lesivos aún vigentes y que si actúan buscando el beneplácito de la CEOE «quizá pierdan el apoyo de la izquierda de la Cámara».

«No se la jueguen, cumplan su palabra y a todos nos irá mucho mejor, incluidos ustedes, ha remarcado Matute, cerrando su discurso instando al Gobierno a no «perder la oportunidad» de cerrar también un buen acuerdo de Presupuestos para fijar «un nuevo rumbo» para el país.