La leche es un ingrediente tan popular como polémico. Existe un debate en torno a su consumo en adultos, en el cual, se discute sobre si su ingesta es necesaria, por el contrario, es dañina para nuestro organismo.
Una de las máximas que ocurren con todos los alimentos es que si los ingerimos de manera excesiva las consecuencias nunca son buenas. Descubre en el siguiente artículo qué le sucede a tu cuerpo si bebes leche todos los días.
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Consumo extendido
Este lácteo es tradicionalmente uno de los alimentos más normalizados y extendidos en nuestra sociedad. Encontrar leche en un supermercado es pan comido, por lo que podremos hallarla con facilidad en diferentes formatos y en diversas formas imaginables, entera, semidesnatada o desnatada.
Es un alimento muy recomendable para el crecimiento de las personas ya que aportan minerales vitales para el desarrollo de nuestros huesos. Sin embargo, existe un debate en el consumo de leche a una edad adulta.
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Eterno debate
Y es que, en estas últimas décadas, hay muchas voces que se han alzado en contra del consumo frecuente de leche a una edad adulta. Por el contrario, muchas instituciones como, por ejemplo, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, defienden su consumo fervientemente.
Por un lado, se puede pensar que el ser humano es el único animal que sigue consumiendo esta bebida después del periodo de la lactancia. Por otro, este lácteo nos proporciona un gran valor nutricional que, principalmente, nos ayuda en nuestro desarrollo óseo.
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Detractores
Sus detractores defienden que beber leche a una edad adulta es un acto antinatural y que sus nutrientes se pueden encontrar en otros alimentos. Así, podemos hallar el mismo valor nutricional gracias a verduras verdes como las acelgas, el brócoli, o las espinacas.
También son una alternativa de la leche algunas legumbres como las almendras, cacahuetes, higos secos o dátiles. A su vez, los detractores de la leche afirman que esta puede ser nociva en nuestro organismo y que por ello un amplio sector de la población es intolerante a su consumo.
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Defensores
En el lado opuesto se argumentan los grandes beneficios que la leche aporta a nuestro cuerpo. Principalmente gracias a sus propiedades como el calcio, las proteínas de gran calidad, sus vitaminas y la lactosa.
El calcio se considera fundamental para el buen desarrollo de nuestros huesos. A una edad adulta, los defensores de la leche recomiendan su consumo en parte porque este nutriente ayuda a fortalecer nuestra estructura ósea. También alegan que es rica en vitamina D, básica para los huesos, la inmunidad y para evitar estados depresivos.
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Consumo excesivo
En todo caso, si hay algo donde todo el mundo coincide es que un consumo excesivo de la leche puede ser gravemente perjudicial para nuestra salud. De esta manera, beber todos los días leche, puede ser un factor de riesgo para la aparición de diversas anomalías.
Y es que, todo alimento en exceso, incluso el agua, puede ser el causante de diversos problemas de salud. Por ello, a continuación, te explicamos qué le pasa a tu cuerpo si bebes todos los días leche.
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Riesgo de osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad que adelgaza y debilita los huesos. Esta, paradójicamente, puede dar lugar en tu cuerpo si consumes demasiada leche. Y es que, a pesar del gran aporte de calcio que contiene este líquido, también es rico en otras sustancias dañinas para nuestros huesos.
Resulta que la ingesta de leche en exceso es muy negativa debido a que este alimento es rico en ácidos naturales. Estos, pueden provocar la osteoporosis. Esto se debe a que tomar mucha leche puede provocar una acidosis, que, si se convierte en una condición crónica, hace que el calcio y otros minerales se filtren en los huesos y las células musculares. Esto produce que se vuelvan más frágiles.
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Problemas digestivos crónicos
Por otra parte, se ha demostrado que el consumo excesivo de leche puede favorecer la aparición de enfermedades de origen digestivo. Entre ellas aparecen el síndrome del intestino permeable que puede derivar en una enfermedad autoinmune. También puede aparecer la enfermedad llamada fibromalgia.
Además, el consumo a gran escala de leche puede provocarnos distintos tipos de alergia. Finalmente, se ha relacionado un alto consumo en esta bebida con el síndrome del intestino irritable.
Este provoca que en momentos puntuales de estrés los intestinos se vuelvan más sensibles y se compriman, de manera que aparezca un dolor insoportable en nuestro cuerpo y varias consecuencias como gases, inflamación, estreñimiento o diarrea. Esta anomalía puede durar meses.
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Inflamación crónica
La leche también está asociada a enfermedades inflamatorias provocadas por las alteraciones al sistema inmunológico. La razón se explicaría por su carácter de alimento invasor.
Y es que, los ácidos de la leche pueden provocar depósitos de calcio que deriven en enfermedades como la inflamación a largo plazo. Dicha patología causa dolor en articulaciones y mala salud en general.
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Riesgo de cáncer
Otro de los factores de riesgo que conlleva el consumo en exceso de la leche es el surgimiento de un cáncer. Algunos expertos afirman que la leche favorece la aparición de esta anomalía ya que favorecería el crecimiento de tumores.
Esto se explica por la proteína llamada caseína que tiene la leche. Según los teóricos de esta conclusión, las proteínas vegetales serían menos dañinas que las animales en cuanto a la aparición de cánceres.
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Envejecimiento, acné y manchas de la piel
Por otra parte, además de la relación del consumo excesivo de este alimento con varias enfermedades, se cree que el beber mucha leche acelera los procesos de envejecimiento de la piel y, en general, de todo el cuerpo.
Esta creencia se basa en la acidez de los lácteos, que forman moco y presionan el funcionamiento del sistema linfático. También a que, los riñones, cuando no pueden filtrar las toxinas, el cuerpo lo hace mediante nuestra piel. Eso hace que aparezcan rojeces, manchas, acné y espinillas, entre otros elementos.
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