La lava gana más de 65 hectáreas de terreno en 24 horas y ya supera las 591 afectadas

La erupción de lava del volcán de Cumbre Vieja ha ganado en intensidad en las últimas 24 horas y ha alcanzado un total de 65,3 hectáres de terreno, lo que eleva la cifra total desde que empezó el proceso a 591,1 hectáreas.

Así lo ha expuesto este lunes en rueda de prensa el portavoz del Pevolca (Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias), Miguel Ángel Morcuende, quien ha comparecido ante los medios de comunicación junto a su homóloga en el comité científico, María José Blanco.

Morcuende, que no se atreve a fijar en qué punto se encuentra la erupción, ha comentado que ha habido un «incremento notable» del aporte de lava tras el «desbordamiento» de la colada principal con otro flujo que va por el norte de la montaña de Todoque y avanza hacia al mar, aunque dentro de la zona de exclusión.

Esta nueva colada está a poco menos de 300 metros del mar y se prevé que terminará llegando a la costa, a la altura de la playa de El Perdido, y puede crear otra ‘fajana’.

En cuanto a las superficies, ha comentado que hay 150 hectáreas afectadas de cultivos, de las que 74,8 pertenecen a plataneras, 45,16 a viñedos y 8,78 a aguacateros.

Asimismo, y según cifras del catastro, un total de 753 edificaciones están afectadas, de las que 620 corresponden a viviendas, 60 a cuartos de apero, 29 a construcciones industriales, 19 a ocio y hostelería y 15 a otras infarestructuras sociales como colegios, por ejemplo.

Blanco, por su parte, ha afirmado que prosiguie con normalidad la erupción volcánica, de tipo fisural y estromboliano, y con un índice de explosividad ‘dos’ –sobre ocho–, y un cono original que va cambiando continuamente de morfología debido a su propia actividad.

Además, ha comentado que la emisión de material magmático alcanza los 75 millones de metros cúbicos con margen de error ‘más menos’ de unos 25 millones, según datos de este domingo.

Sobre el delta lávico, ha indicado que si sigue el aporte de lava puede haber derrumbes parciales al llegar a la superficie submarina, lo que activaría liberación de gases, explosiones y olas, pero siempre dentro del mismo entorno.

En cuanto a la sismicidad, ha señalado que sigue de forma estable, al sur de Cumbre Vieja, en Mazo y Fuencaliente, y a profundidades medias de entre 10 y 15 kilómetros.