Marlaska defiende la labor de Interior «para garantizar la seguridad» de las personas más vulnerables

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido este miércoles la labor de su departamento «para garantizar la seguridad» de las personas «que se encuentren en una situación de vulnerabilidad», que son «atendidas y protegidas por el Estado y por el Ministerio».

Así se ha manifestado el ministro en una de las jornadas de ‘Las Charlas de los Miércoles’ organizadas por la ONG ‘Mensajeros de la Paz’ en la Iglesia de San Antón, de la mano del Padre Ángel, donde han tratado preocupaciones desde las personas «sin techo» o las mujeres maltratadas, hasta la aporofobia hacia las personas con una situación económica complicada.

En este contexto, Marlaska ha querido destacar el trabajo de su departamento «para garantizar la seguridad de estas personas» que se está llevando a cabo.

En primer lugar, el ministro ha hablado de «la importancia de la prevención y del análisis de los discursos de odio mediante las redes sociales», refiriéndose a ellas como «caldo de cultivo, en determinadas situaciones, de las conductas y de los discursos más abyectos». Por ello, ha defendido la labor del Ministerio de «contraargumentar» y negar estos discursos en las redes, «porque de lo contrario se legitiman».

En segundo lugar, ha manifestado la voluntad de su departamento de «dar respuestas, investigar a fondo y encontrar razones» ante agresiones o actos violentos «ya sea a personas o a colectivos». En este sentido, Marlaska ha mostrado su «profunda preocupación» por el «odio y miedo» que se desarrolla hacia estos colectivos. En concreto, sobre la aporofobia, ha asegurado que denota una «deficiente configuración del carácter de las personas» ya que ese rechazo es consecuencia de «culpabilizar a aquellos que están en esa situación».

Asimismo, ha denunciado que, según las últimas encuestas, «35.000 personas viven sin hogar y hay 3 millones de españoles en una situación de pobreza importante». Sin embargo, «se sigue culpabilizando a estas personas», algo que, tal y como ha desarrollado, se ve unido a la xenofobia. «El extranjero rico no tiene problemas, mientras que el extranjero pobre tiene todos los problemas», ha apostillado.

Finalmente, Marlaska ha aclarado que se está trabajando en «un segundo plan de lucha contra los delitos de odio», en el que ha desarrollado el trabajo con jueces y fiscales, implementando el número de efectivos contra los delitos de odios y trabajando con ONGs «porque son las organizaciones que más información pueden aportar y en las que más comodidad sienten las víctimas».

«Lo mejor es luchar contra los miedos porque conduce en determinadas situaciones a lo peor», ha finalizado el ministro, que ha incidido en que «las administraciones deben dar esos medios para que cualquiera ahuyente sus miedos sobre estas realidades».