Sálvame se deshincha. Y es que a veces una gran subida es simplemente la antesala de un desplome inevitable. Telecinco se sintió fuerte hace solo unos meses, la docu serie de Rocío Carrasco les puso en el foco de todas las miradas. En Sálvame se sintieron los buenos, pasando por alto todos los años que llevaban siendo los malos. Y el culebrón tras los primeros meses de euforia ha ido perdiendo fuelle. No lo hacen las series turcas, que enganchan con sus tramas de tragedia y ternura y elevan la audiencia de Antena 3. En Sálvame muchos tiemblan.
8Alonso Caparrós intenta purgar su pasado
Alonso Caparrós ha vuelto a la televisión tras superar sus adicciones sentándose en una de las sillas de Sálvame y se siente muy agradecido. Sin embargo, arrastra un lastre que a veces le hace derrumbarse:“»Cuento las cosas para que les sirvan a otros y poder encontrar la paz y el perdón. Han sido muchos años de hacer sufrir a los demás, familia, amigos y extraños… Que nadie se engañe, ni nadie lo naturalice, esconde abismos el mundo de la noche». En el programa le hemos visto subastar unos calzoncillos usados para saldar una deuda con hacienda.
