Sánchez visita Navalmoral de la Mata entre abucheos y vítores

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido recibido en Navalmoral de la Mata (Cáceres), donde ha visitado un centro de mayores, entre aplausos y vítores, pero también entre abucheos e insultos, así como con pancartas en contra del proyecto del futuro tren de alta velocidad a su paso por la localidad, y para el que piden que sea soterrado.

Sánchez ha llegado en coche al centro de mayores minutos antes de las 11:00 horas, donde ha sido recibido por las autoridades locales, entre ellos el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, o la alcaldesa del municipio, Raquel Medina.

A ambos lados de la calle, tras las vallas de seguridad, se han situado, por un lado, los simpatizantes de Sánchez, que han aplaudido y vitoreado su llegada con gritos de «presidente, presidente». Frente a ellos, quienes critican su gestión y miembros de la plataforma ‘No al muro’ de Navalmoral.

Un colectivo que lleva años reclamando que el paso de la vía del futuro Tren de Alta Velocidad por el casco urbano sea soterrado y no en superficie, como propone el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF).

Una vez dentro del hogar de mayores, al que no ha tenido acceso la prensa, el presidente ha compartido unos minutos con su personal y usuarios, para posteriormente, sobre las 12:00 horas realizar una declaración institucional ante los medios de comunicación, que no tenían posibilidad de realizar preguntas, en el parque municipal Casto Lozano de Navalmoral.

Un recinto vallado, con acceso restringido a la prensa y a la comitiva del presidente del Gobierno, fuera del cual se han concentrado nuevamente partidarios y detractores, en esta ocasión en mayor número, del presidente.

Así, durante la declaración institucional, de apenas 8 minutos de duración, se han intercalado los abucheos e insultos al presidente, cuyos seguidores trataban de silenciar con aplausos.

De esta forma, los «¡Fuera, fuera!» y «¡Mentiroso, mentiroso!», eran respondidos con gritos de «¡Presidente, presidente!» y constantes aplausos que, en ocasiones, han interrumpido el discurso de Pedro Sánchez.

Una vez terminada su breve intervención, en uno de los accesos le esperaba su coche oficial, donde se ha subido, nuevamente increpado por unos y aclamado por otros, antes de marcharse de Navalmoral de la Mata.