Castilla y León pide a la ciudadanía que se autoimponga un toque de queda

La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, ha pedido a la ciudadanía que se autoimponga un toque de queda de entre la 1.00 y las 6.000 horas de la madrugada para evitar una mayor propagación del virus, al tiempo que ha recomendado que se limite «al máximo» el contacto social dada la situación actual de trasmisión comunitaria en la Comunidad.

Casado ha comparecido junto al vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, para explicar las nuevas medidas adoptadas por la Junta para intentar frenar el volumen de contagios de esta quinta ola y ha precisado que «la pandemia no ha terminado», a lo que ha sumado que «nadie está libre de todo riesgo».

Ante esta situación, la consejera ha defendido que las medidas adoptadas por la Junta y que se basan en el cierre de las barras en hostelería, el cierre del interior del ocio nocturno, limitación a 10 personas por mesa, cierre de establecimientos a la 1.30 horas y cierre de parques en la madrugada tienen como objetivo paliar el nivel de contagios ante la imposibilidad de poder aplicar un toque de queda.

No obstante, ha reseñado que esta medida, junto con la mascarilla y la vacunación son las acciones que se han demostrado efectivas para paliar este virus, por lo que ha pedido a la población «responsabilidad», la autoimposicion de toque de queda y uso de mascarilla.

Casado ha insistido en que la quinta ola ha tenido una «abrupta explosión» con casos de personas de entre los 14 y los 29 años que, en este caso, era población no inmunizada, algo que se ha propiciado por la «relajación de las medidas» y la presencia de nuevas variantes más contagiosas.

De este modo, la consejera ha defendido que cada ola ha sido diferente a la anterior y, en esta ocasión, el semáforo que fue «útil» en olas anteriores no lo es dada la tipología del contagio que está relacionada con los grupos etarios y el ocio nocturno.

Esta situación ha obligado a la Junta a centrar las medidas en esos tramos de edad más afectados y no aplicar acciones de forma indiscriminada. «No nos parece concordante medidas como puede ser el cierre del turismo rural sin tener una implicación directa con esta nueva ola».

En su explicación, la consejera ha señalado que el 6 de julio se comenzó a vislumbrar esta quinta ola, lo que llevó a la Junta a reclamar a Gobierno central la implantación de un toque de queda, algo que finalmente no se llevó a efecto y que, además, desaconsejaron los servicios jurídicos de la Junta cuando se les consultó para imponerlo en la Comunidad.

«No tenemos un paraguas jurídico», ha lamentado Casado, quien ha defendido la decisión del Ejecutivo de imponer medidas quirúrgicas para atajar el volumen de contagios. «La transmisión en comunitaria, no afecta sólo a jóvenes, pedimos la colaboración de todos los ciudadanos para que se apliquen todas las medidas de prevención posible», ha señalado.

«No podemos bajar la guardia», ha reclamado la consejera, quien ha asegurado que la Junta sigue identificando a contactos, cuarentenando y aislando posibles contactos.

Por su parte, el vicepresidente de la Junta ha defendido que la intención de la Junta es intentar mantener un «equilibrio sensato» entre las medidas y la situación actual que pasa por incrementos de contagios en todos los grupos de edad. «Esta circunstancia nos ha hecho tomar este conjunto de medidas que se acordaron ayer Consejo de Gobierno».

Igea ha aprovechado su intervención para reclamar a los ciudadanos que extremen la responsabilidad individual, al tiempo que ha pedido a ayuntamientos y autoridades locales su máxima colaboración para lograr el cumplimiento de las normas, un ruego al que ha sumado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con el fin de que sean «rigurosos» con la tramitación de las denuncias en el caso de que haya infracciones.

«Vamos a seguir tomando decisiones e intentar que no paguen justos por pecadores en el incumplimiento de las normas», ha zajando.