Valeria es otra de las apuestas de Netflix por las series españolas cómo pueden ser Élite o La casa de papel que tan bien les están funcionando. En este caso, es una comedia basada en los libros de Elisabet Benavent, que se ha convertido en una de las favoritas de algunos espectadores. Su protagonista, Valeria es una joven escritora que quiere abrirse camino en el mundo literario. La segunda temporada de la serie ya está en marcha y confirmada por la plataforma de streaming, que ha comentado que el personaje principal tendrá que tomar muchas decisiones y enfrentarse a cambios importantes en su vida.[nextpage]
Valeria ¿el Sexo en Nueva York español?
Diana Gómez es la actriz encargada de dar vida a la protagonista Valeria, la serie qué ha sido denominada por algunos seguidores como el Sexo en Nueva York español, aquí no debemos perder de vista que la serie de Carrie Bradshaw ya tiene 20 años. La mayor parte de su argumento se centra en la relación entre Valeria y sus amigas Lola, Carmen y Nerea que interpretan las actrices Silma López, Paula Malia y Teresa Riott. Por otro lado están los personajes de Adrián, el marido de Valeria al que da vida Ibrahim al Shami y de Víctor, el gran amor de su vida interpretado por Maxi Iglesias.
Aún no se sabe cuándo se estrenará la segunda temporada de Valeria, pero se calcula que será antes de que acabe el año. Se espera que más pronto que tarde en Netflix lance el tráiler con la fecha y el día exacto del estreno.
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Cuál será la evolución de Valeria en la segunda temporada
En una entrevista concedida a Trendencias, Diana Gómez explica cuál será la evolución de Valeria en la segunda temporada de la serie: «veremos a una Valeria que crece mucho, todo lo que le pasa le hace crecer a marchas forzadas. Madura un poco. Es metepatas, pero está inmersa en el camino de madurar.» A lo que añade que tanto ellas como sus amigas «en esta segunda temporada se hacen mayores. se dan cuenta de que hay ciertos miedos que o los afrontas o te persiguen” .
También ha comentado que algo que gustará a muchos de los seguidores de Elisabet Benavent es que esta segunda temporada será más fiel al libro. Y que, por otro lado, aumentarán las localizaciones en exteriores, recordamos que la serie se desarrolla en la ciudad de Madrid.
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Valeria: metepatas e inmadura
Cuando le preguntan a Diana Gómez sobre qué es lo que le gusta de su personaje Valeria comenta: «me gusta mucho que es transparente y tiene pocos filtros. Y me siento muy identificada con sus problemas de seguridad a la hora de trabajar, con el síndrome de la impostora». Y es que una de las mayores críticas que se hace a los personajes de la serie, especialmente a la protagonista y alguna de sus amigas, es el de la inmadurez.
Valeria es una aspirante a escritora de una novela erótica, pero a pesar de tener 30 años, muchas veces sus actuaciones parecen propias de una adolescente. De hecho, resulta muy curioso que sea una persona que tiene problemas de dinero, que su marido sea un fotógrafo que está atravesando un bache profesional y que sean capaces de vivir en un apartamento en el centro de Madrid, mientras Valeria no duda en rechazar trabajos.
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La serie se basa en estereotipos que no funcionan
Uno de los problemas de la serie es que los personajes representan estereotipos que no parecen muy reales. Es difícil sentirse identificado con la protagonista que tiene muchas reacciones inmaduras. Parece que ser una mujer liberada hoy en día tiene prácticamente que ver exclusivamente con el comportamiento sexual. La crisis de pareja entre Valeria y Adrián no se intenta resolver en ningún momento. De hecho, Valeria no solo tontea con Víctor con el que se acaba acostando, sino que antes ya había tenido una relación de una noche con otro chico. El problema está en que parece que en ningún momento siente arrepentimiento. E incluso, es su marido el que le propone el divorcio sin saber que le ha puesto los cuernos.
Otro estereotipo que no cuadra muy bien es el de Nerea, la amiga lesbiana, que a sus 30 años sigue ocultándoselo a sus padres. Por otro lado está Carmen, que quiere tener una relación con Borja su compañero de trabajo, algo que al final consigue para terminar descubriendo que al chico no le importa nada.
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En la serie vemos muchas situaciones clichés que no funcionan
El gran problema de la serie es que se ha vendido como una serie hecha por mujeres que va sobre mujeres y que pretende ser el reflejo de una generación pero resulta muy difícil mantener la empatía con las protagonistas. En general, son egoístas, inmaduras, incapaces de escuchar incluso los problemas de sus amigas y muy poco carismáticas. Las situaciones que se representan parecen muchas veces clichés y la búsqueda por tratar de parecer reales raya muchas veces en una ausencia de elegancia casi vulgar.
Otro punto que no ha gustado nada a los seguidores de los libros de Elisabet Benavent es que la serie no es nada fiel a los libros. Se ha cambiado la personalidad y las situaciones de los protagonistas y los diálogos muchas veces son muy forzados. Y es que, al parecer la serie ha mantenido solo los nombres de las protagonistas y las localizaciones de Madrid que al final son uno de los puntos fuertes de la serie.
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A Valeria le falta profundidad
Cuando la mayor parte de las críticas de una serie coinciden en que la actuación de los protagonistas es correcta, pero lo que más destacan son la banda sonora, el vestuario y la ambientación en las diferentes localizaciones, realmente es que algo no funciona. Es muy difícil sentirse identificado con personajes inmaduros que son incapaces de resolver sus problemas y de ayudarse unos a otros. Especialmente con la protagonista que presume de incomprendida y que es incapaz de asumir los problemas que se dan en el mundo real.
Los diálogos absurdos que pretenden ser feministas tampoco es que sean una gran ayuda en una serie que en el fondo carece de profundidad. [/nextpage]
