‘El alma de los muertos’, el libro que recupera la figura olvidada de Alfonso Hernández Catá

Fundación Banco Santander publica ‘El alma de los muertos. Cuentos, bestiario, haikus, semblanzas’ (Cuadernos de Obra Fundamental), un libro de Alfonso Hernández Catá, autor de gran prestigio en su momento y que «hoy ha sido olvidado, a pesar de ser una figura reconocida en Cuba».

Cuentista, escritor, poeta, periodista y diplomático, cuyo padre era militar español y su madre hija de uno de los grandes nacionalistas cubanos, Hernández Catá «gozó de reconocido prestigio en sus dos patrias, y ahora es más recordado en Cuba de lo que es en la otra», ha señalado el antologador de la obra, Juan Pérez de Ayala.

«Es nuestro deseo remediar esta situación injusta», ha añadido el escritor y ensayista. No se pueden entender las posteriores actitudes en la vida y obra de Catá sin comprender su fragua en el primer encuentro que tuvo con la disciplina castrense, a sus dieciséis años, que le produjo fuerte rechazo e influiría en la deriva de algunos de sus cuentos.

«Esto irá conformando una fuerte actitud pacifista que se radicalizará ante los conflictos bélicos que surgirán en España y Europa», ha destacado Pérez de Ayala. Durante la presentación, se han destacado varios episodios de su biografía que muestran su «carácter combativo y antiimperialista».

Siendo cónsul de Cuba en Madrid durante 1921, fue cesado unos meses por la protesta del gobierno español frente a una serie de crónicas suyas –publicadas en ‘El Mundo’– donde había mostrado su oposición a la Guerra del Rif y contaba el malestar y las protestas sociales por la marcha a filas de los jóvenes españoles.

Lo mismo sucederá en 1933 cuando se oponga al Gobierno del General Machado en Cuba y apoye la revolución de los estudiantes, una actitud «valiente» de Catá que implicará su cese como cónsul de Cuba en Madrid y su enfrentamiento con el embajador.

Precisamente, este episodio lo plasmará en su libro de cuentos ‘Un cementerio en las Antillas’, en el que caricaturizará a Machado y el embajador, y que provocó grandes altercados en su presentación en el Ateneo de Madrid.

Gabriela Mistral, en las exequias a su muerte, dejó escrito –y recogido en este volumen– que «los hispanoamericanos deben a Hernández Catá la rotunda índole espiritual que aplicó a su misión diplomática».

Para el escritor y académico José María Merino, que ha presentado el volumen, «es una magnífica colección de relatos localizados en muy diversos espacios, entre los que no faltan el mar, la selva o la guerra, que muestran con destreza, mediante un peculiar simbolismo, la capacidad obsesiva y alucinatoria del ser humano».

Francisco Javier Expósito, responsable de literatura de Fundación Banco Santander, cree que se está «ante el redescubrimiento de uno de los grandes olvidados de la cultura iberoamericana del siglo XX». «No sólo desde la óptica de sus relatos, que bucean en la sombra colectiva del ser humano, sino por la visión humanista de libertad cultural que expandió en Iberoamérica», ha apuntado.

El maestro de Catá fue Benito Pérez Galdós, al que admiraba profundamente, y sus relatos y artículos fueron publicados en medios como La Estafeta Literaria, Mundo Latino, El Imparcial, Blanco y Negro o La Libertad, con semblanzas y retratos periodísticos a personajes como Oscar Wilde, Galdós, Valle Inclán, Henry James o María Zambrano, entre otros.