Adiós, Real Madrid: los verdaderos motivos de Sergio Ramos para romper con Florentino Pérez

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Tras muchos dimes y diretes, conversaciones que no avanzaban, plantones y ofertas de renovación retiradas, Sergio Ramos y el Real Madrid pusieron este jueves fin a uno los momentos más convulsos de los últimos tiempos la casa blanca. Tras 16 años vistiendo la elástica merengue, el capitán y el club dirigido por Florentino Pérez decidieron separar sus caminos.
Unos caminos de los que todo apuntaba en los últimos días que se iban a volver a encauzar, luego de que el jugador habría dicho 'sí' a la propuesta de Florentino Pérez. Sin embargo, la contestación del jugador llegó fuera de tiempo, como explicó el central en rueda de prensa. Ahora bien, ¿qué es lo que ha llevado a esta situación? ¿A dónde irá ahora Sergio Ramos? Lo repasamos.

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El poder en el vestuario

Poder vestuario

El poder en el vestuario es otro de los motivos por los que Florentino Pérez ha decidido que no había otra elección que acabar el ciclo de Sergio Ramos en el Real Madrid. Al presidente le llegó la información de que el capitán estaba intoxicando a sus compañeros para que no aceptaran otra rebaja salarial porque era contradictorio.

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El Real Madrid fichó a David Alaba con el mismo sueldo que Sergio Ramos (12 millones de euros) y quiere otro 'crack' del nivel de Mbappé o Haaland. Si no había dinero para las renovaciones, no se podía entender cómo sí podía gastar para traer nuevos jugadores con salarios elevados.

Para el club, Sergio Ramos lideró una revuelta contra los intereses deportivos y económicos de la institución. Llegó el hartazgo. Nadie está por encima del Real Madrid y el presidente no se ablandó, como esperaba Sergio Ramos, que seguía apurando los días hasta la finalización de su contrato para comprobar si verdaderamente el presidente le valoraba o no. Pero el camero se olvió de la fuerza del directivo. Rompió con Cristiano Ronaldo, al que le abrió las puertas para que se fuera a la Juventus, y antes lo hizo con otros capitanes como Fernando Hierro, Raúl y Casillas. Y ahora también con él.

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