Antonio Iturbe teje una novela de barrio en ‘La playa infinita’

El escritor Antonio Iturbe regresa con la novela ‘La playa infinita’ (Seix Barral) a su barrio de la Barceloneta, en Barcelona, con una historia que rehuye la nostalgia y que expone los cambios que ha sufrido: «Escribimos para parar el tiempo».

En rueda de prensa telemática este miércoles, el autor ha explicado que la Barceloneta es un barrio donde sus habitantes tienen pulsión de contar, y ha señalado que «no está hecho de cemento, sino de historias».

En la novela, un físico (Iturbe) vuelve al barrio tras años y se encuentra que aquella comunidad de pescadores que recordaba se ha convertido en un lugar que no reconoce, atestado de pisos turísticos y franquicias, y en el que un amigo de la infancia (González) hace de guía para explicarle la nueva realidad contándole historias «para que vuelva a un barrio que ya no siente suyo».

El escritor ha explicado que el libro nace de la necesidad de contarse a sí mismo, ya que tras irse de la Barceloneta cuando ha vuelto lo ha hecho «un poco despistado», y en la novela se pregunta si es posible volver y mantener esa conexión con el barrio y la gente de la infancia.

Ha definido el barrio de la Barceloneta como un lugar con sus propios códigos y duro en su infancia: «No era un lugar idílico, pero era mi lugar», ha dicho, aunque ha alertado de la idea de caer en que cualquier tiempo pasado fue mejor.

El escritor ha señalado que optó por un personaje como el de González que cuenta historias de la Barcelona como «un fogonazo» sin planificación, y ha dicho que en ellas hace un mejunje entre aquellas que le han contado, que ha escuchado en bares, otras que ha vivido junto con otras que surgen de su imaginación, sin que haya querido hacer una novela histórica o social.

FASCINACIÓN POR LOS LIBROS

Como en novelas anteriores como ‘A cielo abierto’ y ‘La bibliotecaria de Auschwitz’, en la obra también pasea una «fascinación» por los libros y en lo que lo único que es tangible y se puede amasar es el pasado.

Iturbe ha dicho que el tiempo no se puede parar, pero que en la escritura existe ese componente utópico de parar el tiempo y que es un acto de libertad: «Escribir para que ese momento no se pierda».

El editor de Seix Barral Jesús Rocamora ha definido el libro como «puro Iturbe», con su pasión por la historia y que recorre la historia reciente de España y la geografía de la ciudad, con una narración universal desarrollada en la Barceloneta.