Con Koeman más fuera que dentro del Barça, Laporta intenta cuadrar las cuentas del club, pero no será fácil. Tanto, que cabe más de una posibilidad de que la operación salida para el holandés no se termine fraguando. El obstáculo serían los casi 12 millones de euros que costaría su despido, tal y como figura en su contrato (firmado entonces con Bartomeu) a modo de compensación.
Así, las dos semanas de reposo y meditación que ha pedido Joan Laporta a Ronald Koeman para volver a sentarse y charlar en una segunda reunión tiene varios porqués. El primero y más importante es el propio parecer del presidente, que tiene muy claro que no quiere la continuidad del holandés al frente del banquillo. Pero esta situación genera dos contratiempos: la falta de una alternativa económica e inmediata, así como de seguridad para el banquillo, y también el tremendo boquete financiero que genera. Lo repasamos.
1A Laporta se le complican las cosas: no hay dinero para Koeman
Vientos de cambio en el Barça. Escuchando hablar al presidente Joan Laporta se intuye un verano movido en el Camp Nou. Vienen tiempos ajetreados. Se le acumula el trabajo al nuevo mandatario y a la secretaría técnica del club. Porque Laporta, que ve cómo y de qué manera se le complica la operación salida de Koeman, empieza a observar que la entidad no tiene dinero ni para lo más basico.
Por tanto, en estos momentos, tampoco lo habría para Koeman. O lo que es lo mismo: no hay economía suficiente para despedirlo. Con todo, la caja del Barça está en uno de sus peores momentos y la decisión de prescindir de Koeman tendría un enorme impacto económico que no parece que las arcas del club puedan soportar en este momento.





