La ministra de Asuntos Exteriores, Arantxa González Laya, ha exigido este miércoles a Marruecos que profese a España el mismo «respeto» con el que le trata nuestro país y ha apostado por el diálogo para «poner fin cuanto antes» a la crisis abierta con el vecino magrebí desde el convencimiento de que es «un país amigo y socio de España y así debe seguir siendo».
Así lo ha afirmado en el Pleno del Congreso durante la interpelación que la ha dirigido la portavoz de Exteriores del PP, Valetina Martínez Ferro, quien le ha pedido cuentas sobre la decisión de ingresar en secreto en un hospital español al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
La jefa de la Diplomacia española ha insistido en que el Gobierno es consciente del «rechazo» que provocó es decisión y ha incidido en que no había «motivación política» alguna en el traslado de Ghali. «Ni las buscamos ni las queremos alimentar», ha añadido.
«El Gobierno está plenamente abierto al diálogo y a mirar al futuro», ha dicho, antes de subrayar lo «mucho» que pueden ganar ambos países si siguen «cooperando» como hasta ahora y advertir de lo «mucho» que pueden «perder» si lo dejan de hacer.
RESPETO A LAS FRONTERAS
Así, Laya ha citado la «cooperación y el respeto», también el «respeto a la fronteras», como los «pilares imprescindibles» de las relaciones hispano-marroquíes y ha recordado que la frontera Sur es también frontera europea y que la actuación de Marruecos ha causado también «consternación y rechazo» en la UE.
Tras dejar claro que el Gobierno va a seguir defendiendo los intereses nacionales ha apuntado al «éxito» que, desde su punto de vista, ha cosechado hasta ahora el «enfoque de diálogo y cooperación» que guía la relación bilateral y el trabajo común en materia de inmigración y seguridad. «El progreso de Marruecos es nuestro progreso porque redunda en nuestra seguridad», ha apostillado.
En este contexto, ha hecho hincapié en que «los intereses de España están en juego» y ha exigido al PP la «misma lealtad» que le brindó el PSOE cuando estaba en la oposición y surgían crisis internacionales.
¿SE CONSULTÓ AL CNI?
González Laya se defendía así de las críticas que le ha lanzado la diputada ‘popular’ por su gestión del traslado a España del líder del Frente Polisario, quien le ha achacado «pasividad y errores de principiante» y le ha exigido que desvelase quién decidió que entrara en España «con documentación falsa, sin informar a Marruecos, y a espaldas del Poder Judicial» y si se consultó para ello al Consejo de Política Exterior o al Centro Nacional de Inteligencia.
Tras recordarle que, como demostró el ‘caso Delcy’ «las cosas siempre se acaban sabiendo», Martínez Ferro le ha preguntado «qué extraña pulsión incita todo el rato al Gobierno a engañar a todos permanentemente» y también le ha echado en cara los «desaires» que, a su juicio, se han hecho a Marruecos desde el inicio de la legislatura, como «romper la tradición» de que el primer viaje internacional del presidente sea al país magrebí o que ministros de Podemos defendieran la autodeterminación del Sáhara.
La diputada ‘popular’ ha admitido que es «moralmente loable» haber atendido a Ghali por razones humanitarias pero ha reprochado a González Laya que no haya actuado de forma «profesional», informando tanto a Marruecos como a la oposición.
En cualquier caso, ha reconocido que estos errores «no justifican la tan desproporcionada como inhumana reacción» de Marruecos de abrir la frontera con Ceuta y ha reiterado el apoyo de su partido al Ejecutivo para «la defensa de la soberanía y la integridad territorial» de España.
NI RUMBO NI COHERENCIA
La portavoz del PP también ha aprovechado su intervención para cuestionar, en general toda la política exterior del Gobierno de coalición que, ha dicho, ha situado a España «a la cola» y en «uno de sus peores momentos» por su «falta de credibilidad y de peso». «No hay rumbo ni coherencia y su política está plagada de contradicciones», ha señalado, achacando a González Laya una «diplomacia débil» e «incapaz de proyectar influencia».
La ministra ha negado la mayor, subrayando que España desarrolla una «política de resultados y no de hipérboles ni golpes en el pecho» como la que, en su opinión, practicaban los gobierno ‘populares’. Así, ha presumido de las aportaciones de España para la creación de los fondos europeos de recuperación, «pese a la zancadillas» del PP.
También ha replicado a las críticas de Martínez Ferro sobre la gestión del Brexit y ha reivindicado el «principio de acuerdo» sobre Gibraltar, en materia fiscal, de cooperación policial y de protección al medio ambiente», frente a los «300 años de grandes cacareos» sobre el Peñón que ha achacado al PP. «Hemos descubierto que el PP tiene 300 años de historia», ha contestado su interlocutora, con sorna.
La ‘popular’ también ha mencionado que el presidente estadounidense, Joe Biden, aún no ha hablado con Pedro Sánchez y ha criticado la «irrelevancia» de España en América Latina.
«La realidad es que la relación con Estados Unidos va a seguir siendo madura, sólida e intensa», se ha defendido la ministra quien, además ha reprochado Martínez Ferro que se queje de que España sólo vaya a enviar 7,5 millones de vacunas contra el Covid a América Latina, en lugar de «agradecer» la «generosidad» de la ciudadanía.