Seguridad Nacional, preocupada por la campaña que cuestionó el voto por correo

El director del Departamento de Seguridad Nacional, el general Miguel Ángel Ballesteros, ha advertido este lunes del peligro que pueden generar campañas de desinformación que cuestionan el sistema democrático y, en concreto, los procesos electorales.

En una comparecencia en el Congreso, Ballesteros ha puesto como ejemplo las sospechas que se lanzaron en las elecciones madrileñas del pasado 4 de mayo sobre el voto por correo; aunque ha apuntado que ese «inicio» de campaña de desinformación finalmente no tuvo más trascendencia y se disolvió sin más consecuencias.

El director de Seguridad Nacional ha reconocido no saber quién estaba detrás de ese movimiento, que motivó consultas a la Junta Electoral y una denuncia de Vox sobre Correos, pero ha insistido en que «tenía su peligro» porque ponía en cuestión la credibilidad de las instituciones democráticas. Según ha recordado, fue el mismo instrumento usado por el expresidente de Estados Unidos Donald Trump tras las últimas elecciones norteamericanas.

En este contexto, ante la Comisión Mixta de Seguridad Nacional, ha sostenido que los procesos electorales que se celebran en España tienen unas garantías «enormes» por su carácter eminentemente manual. «Al no votarse electrónicamente tampoco se puede manipular», ha sostenido.

Pero además, sobre campañas de desinformación, ha dicho que su influencia sobre elecciones en España no ha sido muy elevada. Las detectadas han tenido como objeto sobre todo el conflicto con Cataluña, ya sea para influir a los votantes o para desacreditar la imagen de España en el exterior, aunque no les ha dado mucha relevancia.

Sí que ha puesto como ejemplo campañas de desinformación relevantes las detectadas en las elecciones de Estados Unidos del año 2016 o en el Brexit, cuando se robaron multitud de perfiles de Facebook para detectar los gustos e intereses de sus usuarios y poder influir en su opinión a través de ellos.

El general Ballesteros ha explicado que las campañas de desinformación buscan dañar los intereses nacionales de un estado y ha asegurado que a ello es a lo que se dedica su departamento, sin entrar en cuestiones partidistas.

SIN TOCAR EL ARTÍCULO 20

Con ello, ha rechazado el apelativo de ‘Ministerio de la verdad’ que se dio a la comisión creada para el estudio de la desinformación. Según ha asegurado, su carácter es «cien por cien técnico» y solo tiene por objeto la detección de esas campañas de desinformación que tengan por objeto desestabilizar al país o influir en su opinión pública.

Todo ello con un «escrupuloso» respeto al artículo 20 de la Constitución que establece la libertad de información. «No podemos dañar ni de refilón el artículo 20 de la Constitución», ha dicho ante las sospechas de la oposición.

Para hacer frente a la desinformación, ha anunciado que el Consejo de Ministros estudiará este martes un plan integral de cultura de seguridad nacional que busca «fortalecer la resiliencia del ciudadano y que tome conciencia de sus responsabilidades en materias como ciberseguridad y desinformación».

Para ello, tratará de concienciar a la ciudadanía de la importancia de contrastar la información y «ser críticos». «El ciudadano tiene que volver a los orígenes en las fuentes. Tiene que volver al periodismo», ha recomendado Ballesteros. Además, ha pedido a los grupos parlamentarios que eviten la «polarización», de la que se alimentan estas campañas.

CRÍTICAS DE PP Y VOX

El más crítico con la comparecencia ha sido el portavoz de Vox, Julio Utrilla, quien ha señalado al Gobierno como «una fuente inagotable de bulos y mentiras» y ha señalado que los ciudadanos se han «refugiado» en las redes sociales debido a la «manipulación» del periodismo tradicional.

Por su parte, el diputado del PP Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu se ha preguntado «quién controla al controlador» y ha advertido de la «tentación de gestionar la información en beneficio del interés partidista del que gobierna, sea Trump, Adolf Hitler o Pedro Sánchez», aunque a continuación a aclarado que no quería comparar al presidente del Gobierno con Hitler.