Especial 20 Aniversario

El profesor acusado de abusos a alumnas niega haber realizado tocamientos

El profesor de 64 años acusado de abusos a estudiantes de segundaria en un colegio de Palma ha negado este jueves en la Audiencia haber realizado tocamientos de índole sexual, si bien ha reconocido que es «muy ‘tocón'» y que tiende a utilizar gestos que implican contacto físico con otras personas.

«No me parece que la palabra acariciar describa lo que sucedía», ha dicho durante su declaración como acusado en el juicio que celebra la Audiencia Provincial. La Fiscalía pide para el hombre penas que suman 24 años de prisión.

El hombre ha reconocido que tocaba a las alumnas en la espalda, nuca o brazos, pero rechazando que fueran tocamientos de naturaleza sexual. Además ha negado haber tocado a ninguna alumna por debajo de la ropa o haberle dicho a una estudiante que quería tener sexo con ella.

También ha rechazado que les rozara en el pecho intencionadamente. «Puede que hayamos chocado, nunca conscientemente», ha declarado.

La Fiscalía también acusa al hombre de haber hecho comentarios inapropiados como decirle a una estudiante que «provocaba con el uniforme tan corto». El hombre ha asegurado que lo que hizo fue recordar a los alumnos que tenían que vestir correctamente el uniforme, porque solían «tunearlo», y que ello les podía «acarrear medidas disciplinarias».

Una decena de estudiantes afirmaron haber sufrido estos episodios. El docente ha dicho no entender los motivos de las denuncias. «He llegado a pensar que fuera una demanda por sacar un dinero, o puedo creer que alguna por el simple hecho de sentirse protagonista haga una cosa así», ha mantenido.

El acusado ha afirmado que otros profesores le dijeron que tuviera «cuidado», que las chicas «eran muy malas» y que iban «a por él». Sin embargo, ninguno de los miembros del claustro que ha comparecido como testigo ha corroborado esa afirmación.

Cuando le apartaron de la docencia, el profesor asumió que las quejas eran «porque olía a tabaco y que era un pesado». Sin embargo, desde la dirección han asegurado que se le expusieron de forma clara las acusaciones que había contra él.

LAS NIÑAS LO CONTARON EN UNA TUTORÍA

Tras el hombre dos tutoras de primero y segundo de secundaria han contado que varias alumnas les manifestaron durante una tutoría que se sentían muy incómodas porque el profesor se les acercaba mucho. Además, las alumnas referían que olía mucho a tabaco. «Me dio la impresión de que decían la verdad, por la forma en la que se expresaban y la angustia que transmitían», ha referido una de las profesoras.

Después de que algunas alumnas le hablaran de esta situación a su tutora, estando ésta en la sala de profesores entró una de las niñas muy nerviosa. «Me suplicó, me dijo que ya no podía más, que hiciera algo», ha contado la profesora. Acto seguido entró el acusado y «la niña salió corriendo para no cruzarse la mirada con él» y la profesora aprovechó para hablar con su compañero.

«Él me comentó que no se daba cuenta, pero que sí que tenía la costumbre de tocar la espalda. Le dije que no se la jugara, que mantuviera la distancia sí o sí con las niñas», ha explicado la docente, que posteriormente comunicó lo ocurrido a la dirección.

Posteriormente alumnas de otro curso relataron en una tutoría hechos similares, pero en este caso una de ellas contó que «cuando llevaba camiseta de manga corta le metía la mano hasta acariciarle el sujetador».

INTERVENCIÓN DE LA UFAM

La dirección del colegio llamó a la Policía Nacional para pedir ayuda. Al centro se desplazaron agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) que organizaron una charla con todas las alumnas de secundaria.

«El policía les explicó una historia en la que fue camuflando un poco lo que habían podido sentir y cuando acabó preguntó quiénes se habían sentido identificadas. Levantaron la mano 12 o 14 niñas e hizo salir al resto», ha narrado la jefa de estudios. A partir de aquí fueron aflorando más casos y varias familias denunciaron.

La jefa de estudios ha incidido en que se advirtió a las alumnas de la seriedad del asunto y de la gravedad de mentir. Ellas manifestaron que con lo que les había costado expresarlo «no querían volver atrás».

Finalmente ha comparecido como testigo una ex alumna que iba a clases de repaso con el profesor, que ha contado que estando a solas el docente se «apoyaba» en ella y le «acariciaba» frotándole la espalda y los hombros, por encima de la ropa. La niña no se atrevió a confrontarlo. «No tuve la fuerza, me daba miedo», ha dicho.

CONDUCTAS INAPROPIADAS

El fiscal acusa al profesor, que impartía clases en primero, segundo y cuarto de ESO, de mantener «conductas del todo inapropiadas» con las menores, como «un excesivo acercamiento y tocamientos de cinturas, rodillas, pechos y hombros», «de un modo equívoco que han provocado en muchas de ellas gran incomodidad».

El fiscal describe comportamientos como caricias en la espalda, manifestaciones inapropiadas -como que presuntamente le dijera a una alumna que «lo primero en que se fijaba en una mujer era en los senos»-. Acusa al hombre de haber metido la mano por debajo de la camisa a varias alumnas, o de haberle tocado el trasero a otra mientras hacía ejercicios en la pizarra.

Además, la Fiscalía relata en su escrito que, supuestamente, el profesor le dijo a una alumna de 12 años y con discapacidad que «le apetecía tener sexo con ella». También le acusa de acosarla acercándose a ella durante la hora del recreo para tocarle el pecho.

En enero de 2018 un Juzgado dictó una orden prohibiendo al profesor acercarse a menos de 500 metros de las menores o el colegio.

La Fiscalía solicita, además de la pena de cárcel, una multa de 7.300 euros, la inhabilitación para el ejercicio de la docencia, cinco de años de libertad vigilada y mantener la orden de alejamiento. También exige que indemnice a cada una de las víctimas con 600 euros.