Ha llegado la hora, ha llegado el momento, y esa mujer que tanto te gusta ha accedido a tener una cita contigo. Los nervios afloran. ¿Qué puedes hacer para estar a la altura? Lee nuestros consejos y serás todo un campeón en la cama.
[nextpage title=»Dile lo guapa que es»]
Dile lo guapa que es
Es algo básico, pero efectivo: decirle a una mujer lo guapa que es, y cuánto la deseas, hará que por lo menos esboce una sonrisa. Eso sí, tiene que ser el lugar adecuado y el momento idóneo. Es decir, le puedes decir a una mujer lo guapa que va esa noche a vuestra cita. Pero lo que no puedes hacer es decirle, sin tener confianza aún, un «te pillaría aquí mismo». Por no decir nada peor.
Si se lo dices en ese momento, ella se sentirá como un trozo de carne, y eso no es bueno. Las mujeres queremos que nos valoren en todos nuestros aspectos. ¿Cuál es el momento idóneo? Una vez ya hayáis entrado en el tema. Cuando veas que va a ocurrir, que estás en tu piso, o en el suyo, y que efectivamente, la estás deseando.
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[nextpage title=»Dale un punto atrevido»]
Dale un punto atrevido
No te estamos diciendo que le arranques la ropa interior de cuajo, porque no hay nada peor que hacer el camino de la vergüenza sin bragas, pero sí que nos gusta que seas un poco -no demasiado- vehemente. Lo difícil está en mantener el punto justo. ¿Cómo ver si vas por buen camino? Mira sus gestos.
Si prestas atención, te darás cuenta de que una mujer está deseosa de que la beses. Una vez dado este paso, el resto es igual. Quítale la ropa, con pasión (que no violencia), y con gestos seguros y decididos. No hay nada peor que un hombre que se siente perdido en terrenos amorosos.
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[nextpage title=»Cumple sus fantasías»]
Cumple sus fantasías
Si ella alguna ves te ha dicho que su fantasía es hacerlo en una playa o al aire libre, sorpréndela. Eso hará que te valore como amante, ya que sentirá que ella importa. En cuestiones de alcoba, lo importante es que una mujer se sienta valorada. No hay que hacerlo y punto. Sé un poco original en vuestros encuentros.
Puede que luego la fantasía no sea para tanto -la playa hace que luego tengas arena en las partes más insospechadas- pero aún así, ella sentirá que la tienes muy en cuenta, y que es importante para ti.
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[nextpage title=»Diferentes posturas»]
Diferentes posturas
Hay hombres que piensan que con solo meterla hasta el fondo, ya nos complace a nosotras como mujeres. No, señores, aquí entra en juego mucho más: la cadencia, el ritmo, y por supuesto, el calentamiento previo. Una de las mejores tácticas, es que cambiéis de postura de cuando en cuando. Prueba diferentes posturas, y siempre de acuerdo a vuestras necesidades.
Es decir, si no eres afortunado, y la naturaleza te ha dado un pene más pequeño que el de la media, busca posiciones en la que la penetración sea mucho más profunda, mientras que si tu caso es el contrario, puedes buscar posiciones más difíciles que podrías hacer con algo más de facilidad.
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[nextpage title=»Haz que lo desee»]
Haz que lo desee
No estamos hablando de los juegos preliminares, ya tocaremos ese tema aparte. Estamos hablando de lo anterior, de la cita. Esto es como un examen, en el que tendréis un premio fabuloso, si ambos lo hacéis bien. Así, lo mejor es que lances algunas sutilezas, tales como lo guapísima que está hoy. También el lenguaje corporal ayuda bastante.
Por eso, intenta practicar tu mirada seductora, y guíñale el ojo. Cosas en esa línea hacen que ella esté deseando que llegue el postre, para ir a alguna de vuestras casas y dar el siguiente paso. Si ella está predispuesta, es un buen comienzo.
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[nextpage title=»Juegos preliminares»]
Juegos preliminares
Siempre hemos incidido en esto: las mujeres no somos como vosotros, donde se puede ir de marcha enseguida. Nosotros tenemos un período de calentamiento, que es incluso más importante que el acto en sí. Bueno, no tanto, pero sí que necesitamos que nos inciten y exciten. Así, el juego de caricias es de lo más importante.
Besos, mordiscos no muy fuertes y caricias en los lugares adecuados pueden hacer mil maravillas. No tengas prisa, no es una carrera contrarreloj, sino una maratón. Si eres paciente, ella lo valorará, y cuando todo haya acabado, habrás quedado como todo un campeón.
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[nextpage title=»Ten detalles con ella»]
Ten detalles con ella
Una vez afianzada vuestra relación, ten detalles con ella. Un conjunto de ropa interior siempre puede surtir efecto, aunque tienes que tener cuidado con que no se sienta violenta. Tal vez no se sienta tan guapa con ello puesto, así que debes asegurarte que es la más guapa, al menos para ti.
Si no sabes cómo hacerlo, puedes ir con ella de compras, y elegirlo entre los dos. Así os recreáis con el pensamiento de lo que puede venir después. Seguramente lo pasaréis en grande, y ella habrá apreciado el detalle.
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[nextpage title=»Intenta no dormirte»]
Intenta no dormirte
Sabemos que es difícil, pero deberías intentar no dormirte después de haber terminado el acto sexual. Más que nada porque las mujeres somos más de abrazos. Te puede resultar pesado, pero si haces el esfuerzo, al menos durante unos cuantos minutos, y le echas unos cuantos piropos, puede hacer mucho más que cualquier otra cosa.
Porque en el momento en el que tú te quedas dormido, ella se pone a pensar en los fallos, y en todo lo mal que ha salido. O en todo lo bien que ha salido, claro. Por es0, deberías intentar estar despierto, y volverle a recordar cuánto la quieres, y la deseas.
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[nextpage title=»Deja que tome las riendas»]
Deja que tome las riendas
Aunque te guste tener el control, o aunque a ella le guste que tú tomes las riendas, de vez en cuando hay que cambiar los roles. Puede que a ella no le guste, porque no lo ha intentado, o porque no tiene la confianza necesaria en sí misma. Sé confiado, y dile lo que piensas: que te excita mucho y que puede hacerlo bien.
Por eso, dejar que ella asuma la velocidad es algo bueno y ella pensará -acertadamente- que los dos formáis parte de una relación, en la que ninguno domina al otro. Sois personas iguales, se sentirá querida, y eso te lo transmitirá a ti.
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[nextpage title=»Dile cosas al oído»]
Dile cosas al oído
Sí, hay ocasiones en que nos gusta escuchar cosas picantes mientras estamos haciéndolo. Dile a tu pareja cuánto te excita, y lo que te gusta. Sé un pelín rudo, y mira sus reacciones para ver si estás en el camino indicado. Algunas veces incluso te lo pedirá ella. Intenta complacerla, porque igual que te complace ella a ti, eso es lo que busca en ese momento.
Como ves, los consejos que te damos no son tan difíciles, y gracias a ellos, quedarás como un campeón. No se trata de hacer malabares, sino de que ella se sienta valorada. Y eso es lo que hace que tú tengas una buena reputación.
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