Llorar es algo habitual que todos necesitamos en algún momento, sin importar si es por algo negativo o si es por felicidad. Llorar produce ciertas reacciones en tu cuerpo que quizá desconocías.
Las lágrimas son parte de los líquidos externos que componen el ojo y, cuando lloramos, el ojo se limpia y se mantiene hidratado y lubricado, siendo muy necesarias.
Este líquido, las lágrimas, son expulsadas por la glándula lagrimal en la parte superior y externa del ojo, aunque primero pasa por la córnea y quita toda suciedad que pueda haber para mantener así una visión más clara. De hecho, al parpadear se distribuye el fluido a través de todo el ojo.
5¿LAGRIMEAS DE LA NADA?
En ocasiones puede salirte alguna lágrima cuando parpadeas, esto se debe a que las lágrimas basales forman una película protectora en las córneas, así consiguen que el ojo no se seque.
Las llamadas lágrimas reflejas están compuestas por lisozima, un agente antibacteriano que ayuda a eliminar invasores extraños, como polvo o insectos, y a matar microbios potencialmente peligrosos.
