El presidente del Comité de Bioética –órgano consultivo adscrito al Ministerio de Sanidad–, Federico de Montalvo Jääskeläinen, ha abogado por «retirar» la Ley de Eutanasia porque existe «un gran riesgo de crear una cultura de la muerte» y ha lamentado que el Gobierno no ha consultado a los expertos y «ha cercenado el debate».
«En cierto modo, recoge garantías, pero me parece que la ley está en ruinas, lo que haría es retirarla, porque no tiene solución y existe un gran riesgo de crear una cultura de la muerte, y trabajaría en una ley de cuidados paliativos», ha apuntado De Montalvo este martes 9 de febrero en el IV Congreso de Bioética organizado por la Universidad CEU San Pablo.
Además, De Montalvo ha criticado que el Gobierno «ha cercenado el debate y la opinión de los expertos». «Teníamos la esperanza de que se llamara a expertos, entre ellos, al Comité de Bioética», ha precisado, apuntando que es «una anomalía» aprobar una ley de este tipo sin contar con esta opinión previa.
Según ha indicado, se podría pensar que el Gobierno no ha presentado un proyecto de ley porque vía proposición de ley «no es obligatorio» contar con «informes del Comité de Bioética, el Consejo de Estado, el CGPJ, la Junta de Fiscales o la Organización Médica Colegial».
A pesar de no pedírselo el Gobierno, el Comité de Bioética realizó un informe, que presentó el pasado mes de octubre de 2020, y en el que rechazó por unanimidad considerar la eutanasia como un «derecho subjetivo».
Para Federico De Montalvo, «no cabe construir un derecho a morir» y ha subrayado que lo que se debe hacer es «conjugar la resolución de los casos que conmueven, excepcionales, con que no se abra la puerta a una cultura de la muerte» poniendo en «riesgo» a los «más vulnerables», como mayores o personas con discapacidad.
«Cuando uno decide acabar con la vida de una persona por amor, ninguno pensaría que entrara en la cárcel, el reproche penal no debe existir en ese caso, pero si se abre la puerta a este derecho o se modifica el Código Penal, puede dar lugar a una cultura de la muerte», ha advertido.
En concreto, De Montalvo ha explicado que no cabe el derecho a pedir la eutanasia por dos objeciones ético jurídicas. La primera es, según ha dicho, que «los que abogan por la eutanasia invocan permanentemente a la dignidad pero luego ponen supuestos de hecho».
El otro problema de fundamentación, a su parecer, es que «las personas que piden la eutanasia no piden morir sino que piden no sufrir y aceptan como consecuencia necesaria de su no sufrimiento el morir».
Por ello, ha lamentado que «esta ley no ha sido seguida de una ley de cuidados paliativos» y ha propuesto «explorar» este campo y la «sedación paliativa» en lugar de convertir la muerte en un derecho.
El presidente del Comité de Bioética también ha indicado que le «preocupa» que «no se permita la objeción de conciencia institucional» y ha adelantado que desde el Comité van a debatir sobre este tema y lo abordarán en otro informe.
En esta línea, sobre los médicos que se declaren objetores de conciencia en cuanto a la práctica de la eutanasia, considera que «sería más correcto un registro en positivo, no en negativo», es decir, que sean los profesionales sanitarios que estén de acuerdo en practicarla los que se apunten en una lista.
También ha lamentado que «no hay obligación de evaluar la ley» por lo que «no hay garantía que impida la pendiente resbaladiza». A su juicio, la norma se debería examinar cada cierto periodo de tiempo.
Finalmente, De Montalvo ha criticado la «polarización» en la sociedad y «los discursos radicales» y ha animado, en su lugar, a «buscar puntos de encuentro». Según ha indicado, actualmente parece que «morir es de progresistas y vivir, de conservadores» y, en ese caso, «es mejor ser conservador».