Castilla y León llama a una «rebelión ciudadana» contra el virus para quedarse en casa

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha llamado a una «rebelión cívica» con el fin de que los ciudadanos de la Comunidad se queden en casa ante una «incidencia desbocada» de contagios de Covid-19, al tiempo que ha asegurado no entender la «cerrazón» del Gobierno.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno Igea ha defendido las medidas impulsadas desde la Junta y ha avanzado algunas nuevas centradas en el cierre de espacios culturales y el fomento del teletrabajo en la administración. Así, ha reseñado que «no tiene sentido castigar» a más sectores económicos cuando, como ha defendido, la única herramienta se basa en «limitar» el contacto social.

«No entendemos la cerrazón del Gobierno que, desde luego, no se basa en ningún criterio que se nos haya explicado», ha defendido Igea, quien ha insistido en que diez autonomías defendieron este miércoles ante el Consejo Interterritorial medidas enfocadas a un adelanto del toque de queda y al confinamiento como ya se ha hecho países cercanos que lleva a preguntarse «si lo extravagante no será lo que se hace en este país

En su intervención, el vicepresidente ha insistido en que no se trata de emprender una «guerra» contra nadie, ya que la única guerra es «contra el virus».

Así, ha defendido que cuando habla de «rebelión ciudadana» contra el virus se centra en llamar a la población a «quedarse en casa» para ayudar a disminuir la mortalidad. «Pocas batallas sociales ha habido en este país como esta, el compromiso ciudadano salva vidas, debes pelear por los suyos, por tu familia, sólo pedimos una cosa, que se queden en casa, en esta pelea lo único que hay que hacer es quedarse en casa, esa es la revuelta ciudadana, no contra la política sino contra el virus para proteger a ciudadanos y familias», ha defendido Igea.

En este contexto el vicepresidente ha destacado que la incidencia del Covid-19 en la Comunidad «está desbocada» aunque ha reconocido que ya no se crece como hace una semana por la efectividad de las medidas impuestas.

De este modo ha recordado que detrás de los casi 3.000 contagios que se notifican hoy hay un 10 por ciento de ingresos –un 10 por ciento– a lo que se suma una mortalidad de hasta el tres por ciento, lo que supone «60, 70 u 80 fallecidos». «Debemos pelear para que esto no ocurra», ha insistido, al tiempo que ha asegurado que la situación en hospitales «es muy crítica».

«Que nadie se equivoque, no va en contra del gobierno, no es una pelea política, en una pelea por la vida y la salud de las ciudadanos, en esa pelea no vamos a desfallecer», ha concluido.