Olla de Castellón: cómo hacer la receta más reconfortante para entrar en calor en los días más fríos

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Preparar una Olla de Castellón, también llamada Olla de la Plana, es muy fácil, es una sencilla sopa, sólo necesitas verduras, un poco de agua, sal y aceite de oliva virgen extra, ¿crees que te va a gustar? Seguro que sí. La clave está en elegir una mezcla de verduras que nos dé como resultado una sopa y un caldo sabroso, no te asustes, no te resultará complicado, con las típicas verduras para el cocido y unas cuantas añadiduras más será suficiente.

Esas añadiduras serán las que hagan una sopa un poco distinta en función de lo que elijas, pero la base siempre será la misma y será la que aporte el sabor. Para que esta sopa de verduras tenga más consistencia, se le suele añadir una legumbre, bien sean garbanzos o judías blancas, otra opción sería añadir un cereal, por ejemplo arroz, y muchas veces los dos. Una versión menos clásica sería añadiendo quinoa o bulgur, pero esta no suele ser muy habitual.

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Origen de la Olla de Castellón

Castelló

La Olla de Castellón es un plato de verduras con legumbres y cereales, reconfortante y saciante que cumple todos los requisitos para ser el elegido en los días de ayuno y abstinencia. No lleva carne ni pescado, pero nutre y reconforta, un ejemplo muy antiguo de complementación proteica. El ayuno que se imponía a los católicos para esos días consistía en realizar una sola comida fuerte al día y un desayuno y cena muy ligeros, a base de líquidos si es posible. Si a esto le añadimos la abstinencia (no comer carne ni pescado), ¿qué tipo de plato crees que se podría tomar en esa comida principal? Pues esta olla era perfecta.

El motivo por el cual a esta receta se le denomina olla es obvio, por el recipiente en el que se cocinaba, es exactamente lo mismo que pasa con la paella valenciana, se llama así por la paella, (especie de sartén con dos asas), en la que se cocina. Tradicionalmente de hacía en ollas de barro y ahora, si la tomas en un restaurante donde sirvan cocina tradicional, todavía se suele servir en cazuelitas de barro individuales. Además esta versión de la Olla dejuni, sin carne, es la típica de Castelló de la Plana y de los pueblos de alrededor, los costeros, donde las temperaturas no eran tan bajas, pero existe también una versión de este plato más contundente.

La olleta de Sant Mateu, una receta con la misma base a la que se añade carne y embutidos, es lógico pensar que en el Maestrazgo el frío era mucho más intenso y las labores del campo aún más duras. Esta versión de interior contiene más grasa y más calorías, lo cual tiene mucho sentido en un entorno con condiciones climatológicas mucho más extremas.

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