Presidente del Parlamento catalán: La Cámara se disolverá la medianoche de este lunes

El presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, ha constatado que este lunes se agota el plazo de dos meses para investir un nuevo presidente del Govern tras la inhabilitación de Quim Torra sin que ningún grupo haya presentado un candidato, por lo que a la medianoche la Cámara catalana quedará disuelta y se convocarán elecciones para el 14 de febrero.

En rueda de prensa, ha explicado que, una vez se cierre el registro del Parlament a las 18.00, firmará una resolución notificando que no ha recibido ninguna propuesta por parte de los grupos para investir a un nuevo presidente, y lo comunicará al vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para firmar el decreto de convocatoria de elecciones.

Vicepresidencia de la Generalitat ya ha informado que este lunes a las 19.00 horas Aragonès firmará el decreto de convocatoria de elecciones y disolución de la Cámara, que se publicará el martes en el Diari Oficial de la Generalitat (Dogc) para que los comicios se celebren 54 días después –el 14 de febrero–, tal y como establece la Ley Orgánica del Régimen Electoral (Loreg).

Torrent ha defendido que, pese a que se disuelva la Cámara, el Parlament no se detiene del todo, ya que se activará la Diputación Permanente, el órgano que gestiona la actividad parlamentaria cuando se convocan elecciones autonómicas.

En este sentido, ha apuntado que previsiblemente a partir del 11 de enero se celebrará alguna reunión de la Diputación Permanente para convalidar decretos que apruebe el Govern sobre el coronavirus.

Si lo solicitaran los grupos o el propio Govern, el Ejecutivo catalán podría comparecer en este órgano para informar sobre la gestión de la crisis sanitaria, como ha hecho cada 15 días en el pleno de la Cámara en los últimos meses.

LEGISLATURA «MARCADA POR LA REPRESIÓN»

Preguntado por la valoración de la legislatura, ha destacado que ha servido para «recuperar» las instituciones catalanas tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

También ha afirmado que ha sido una legislatura «marcada por la represión, con episodios muy relevantes políticamente y muy dolorosos desde un punto de vista personal», como el encarcelamiento del exconseller Jordi Turull antes de su segundo debate de investidura como presidente de la Generalitat, y por la judicialización de la actividad parlamentaria.

Sin embargo, ha negado que haya sido una legislatura perdida y ha reivindicado la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat de 2020, tras tres años de prórroga, y de varias leyes que han «ampliado derechos de carácter cívico y material».

Asimismo, ha apostado por que la próxima legislatura sea la de la «reconstrucción» tras la crisis provocada por el coronavirus y que sirva también para recuperar la unidad estratégica en el independentismo.