La campaña de aceite de oliva mantiene precios y salidas al alza

UPA-Andalucía ha destacado el «buen ritmo de comercialización y la tendencia al alza de los precios» registrados en noviembre en la campaña de aceite de oliva. No obstante, ha precisado que siguen sin cubrirse los costes de producción y el sector «no debe bajar la guardia» frente a la especulación.

Así lo ha indicado este lunes después de conocer los datos que arroja el mes pasado y que hacen seguir «optimistas», con ritmo de comercialización que continúa siendo «muy elevado, con 138.558 toneladas». «Estas cifras se sitúan en la buena media que se mantiene desde que comenzara la presente campaña, el 1 de octubre, y hablan muy positivamente de la alta demanda que tiene en los mercados nuestro aceite de oliva», ha señalado en una nota.

En cuanto a la producción en España, se espera que sea media, bastante afectada por la sequía, así que «levemente podría superar los 1,5 millones de toneladas. Por otro lado, la producción en los países productores del arco mediterráneo será menor, y el mercado no comunitario presentará una caída del 22 por ciento, con lo que «se estima una producción total mundial que rondará los tres millones de toneladas».

Al hilo, ha añadido que en los últimos años, el consumo mundial de aceite de oliva se viene situando en torno a los 3,2 millones de toneladas por campaña, de manera que, «si el ritmo de salidas se mantiene como hasta ahora, habrá mercado suficiente para vender toda la producción».

Con respecto a los datos concretos extraídos del mes de noviembre, UPA-Andalucía ha apuntado que el*aceite*producido alcanza un acumulado entre los dos primeros meses de campaña en Andalucía de*194.182 toneladas*y en España, de*276.274 toneladas. El aceite de oliva importado a España se sitúa este mes en 15.000 toneladas, «cifras altas que lo seguirán siendo mientras se mantengan los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense, que con la entrada del nuevo ejecutivo liderado por Joe Biden, abre una vía a medio plazo para la renegociación y una posible supresión de los mismos, aunque no será ya para esta campaña».

Atendiendo a los datos de entradas y salidas de aceite de oliva, las existencias totales a 30 de noviembre se sitúan en las 511.916 toneladas repartidas entre 290.576 toneldas en almazaras, 186.878 toneldas en envasadoras y refinerías y 34.462 toneladas en el Patrimonio Comunal Olivarero.

Por otro lado, la organización agraria ha explicado que los precios presentan una tendencia al alza en todas las categorías, principalmente el aceite de oliva virgen extra, que se encuentra en torno a los 2,67 euros/kilo de media, y el virgen en 2,01 euros/kilo. Sin embargo, aunque desde que comenzó la campaña «los precios son claramente más altos que los de las dos anteriores y manteniendo una subida progresiva», ha subrayado que «siguen estando por debajo de los costes de producción medios».

En todo caso, pese a las buenas expectativas, ha defendido que «el sector oleícola «no puede bajar la guardia frente a la especulación». «Hemos de estar vigilantes para que cuando las almazaras y cooperativas estén a pleno rendimiento, el mercado no use este argumento para bajar los precios, pues justamente esta campaña, todas las estimaciones apuntan a que la oferta será bastante menor que la demanda de aceite de oliva», ha añadido.

EQUILIBRIO

Junto a ello, ha considerado fundamental continuar trabajando desde varios frentes para poder llegar a un equilibrio entre los distintos eslabones de la cadena alimentaria en cuanto a precios, márgenes y prácticas comerciales. Así, ha apostado por la aplicación y cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, que obliga a los operadores a referenciar unos precios justos en los contratos de compraventa para que los agricultores perciban precios por encima de lo que les cuesta producir.

También es preciso mantener un camino hacia la autorregulación del sector del aceite de oliva, con elementos como la aplicación, en cuanto sea posible, del artículo 167 bis que incorporará la OCM una vez sea publicado el Reglamento de transición de la Política Agraria Común (PAC). Este mecanismo, según ha precisado, podrá ser activado por el sector retirando del mercado aceite de oliva en campañas excedentarias, con carácter obligatorio, como forma de regular las producciones en los mercados, para posibilitar estabilidad en la oferta y los precios.

De otro lado, «una de las asignaturas pendientes» es la falta de concentración de la oferta. En Andalucía, un 30 por ciento de la producción se aglutina en grupos de concentración de cooperativas, pero hay que reducir el número de operadores que venden y, con ello, que el sector productor tengo más peso y fuerza a la hora de conformar los precios.

«De hecho, hay sobre la mesa algunas iniciativas de concentración de grupos cooperativos, pero es necesario que el sector trabaje unido, todos a una, y también el apoyo de las administraciones para poder materializarlo», ha manifestado UPA-A.

TERCEROS

Finalmente, la organización agraria ha reclamado que la Unión Europea «proteja y defienda mejor a los productores. «No se pueden tolerar aquellos acuerdos con terceros países que resulten perjudiciales para el sector del olivar», ha asegurado, no sin demandar la aplicación del principio de preferencia, que prioriza la comercialización de las producciones europeas frente a las importaciones dentro del marco intracomunitario.

También tiene que darse el principio de reciprocidad, exigiendo a las importaciones que cumplan los mismos requisitos que la UE impone a los productores europeos en materia medioambiental, de seguridad alimentaria y de condiciones laborales, como única manera de garantizar un mercado europeo de calidad, seguro, estable y competitivo.