La vicepresidenta pide ser «rigurosos» al hablar de inmigración

La vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, ha pedido este viernes a los cargos públicos que, al hablar de inmigración, sean «muy rigurosos y prudentes», porque, en caso contrario, «damos alas a discursos xenófobos» y «absolutamente inconstitucionales y antidemocráticos».

En este sentido y en declaraciones a los periodistas durante una visita a la exposición del pintor y escritor Ginés Liébana en la Diputación de Córdoba junto a su presidente, Antonio Ruiz, la vicepresidenta primera de España ha reaccionado así después de que el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, haya dicho este mismo viernes en Córdoba que no está «en absoluto» satisfecho con las explicaciones del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sobre el traslado de inmigrantes a Andalucía.

Ante esto, Carmen Calvo ha defendido la necesidad de que los responsables institucionales sean «muy rigurosos y prudentes» cuando hablan «de esta materia, de la que nuestro país sabe mucho, porque somos la frontera Sur de Europa» y con «experiencia muy avezada y de equilibrio bastante demostrado entre los requisitos de la seguridad de nuestra frontera y el cumplimiento de los derechos humanos de quienes llegan a ella, incluso de manera ilegal», porque «si no lo hacemos damos alas a discursos xenófobos», según ha insistido.

Es más, según ha recordado Carmen Calvo, «nuestro país no tiene fronteras internas», es decir, «no hay una frontera entre Canarias y Andalucía, ni entre Andalucía y Murcia, y no la hay tampoco con Castilla-La Mancha, ni de Castilla y León a Asturias porque España es un solo Estado» y, en consecuencia, «cada administración pública y cada responsable público tiene que estar en el marco de sus estrictas competencias».

Por eso, «como no hay fronteras interna, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Inclusión hacen su trabajo, de manera impecable y de manera legal, como siempre» lo han hecho, tanto cuando los inmigrantes llegan a España a través del Estrecho de Gibraltar, como ahora, «cuando son nuestras Islas Canarias» el punto por el que llegan al país.

En consecuencia, Carmen Calvo ha reiterado su petición de «rigor y prudencia en las declaraciones» sobre estos asuntos, y «más cuando tenemos un cargo público», teniendo en cuenta que «somos un país de llegada de inmigración que tiene una gran experiencia para manejar estos asuntos, y no demos alas a discursos absolutamente inconstitucionales y antidemocráticos de xenofobia contra los derechos humanos, que eso no le toca a ningún responsable político en el ejercicio de sus funciones».